SEVILLA, 14 (EUROPA PRESS)
La Guardia Civil ha detenido a un hombre al que se acusa de estafar al menos a diez personas por todo el Estado, aprovechándose de que habían sido víctimas del robo de su mascota. Una vez que tenía en su poder el dinero, volvía a contactar con algunos de los afectados, y se burlaba de ellos por haber caído en la estafa.
Dos personas denunciaron el robo de su perro en los Puestos de la Guardia Civil de Aspe y Novelda (Alicante) en el mes de junio de este año. A partir de estas denuncias, el Equipo especializado contra Robos en el Campo (ROCA) de la Guardia Civil dio inicio a la operación ‘Dogs Rescue’, ha indicado la Comandancia en un comunicado.
Ambos denunciantes habían difundido la solicitud de ayuda para su localización a través de las redes sociales. Al poco tiempo, una persona contactó con ellos diciéndoles que había visto anunciada la venta de su perro por internet por 200 euros pero que él no tenía dinero para pagarlo y así poder rescatarlo y hacérselo llegar a sus dueños.
De esta manera, las víctimas, “confiadas en la buena voluntad de esta persona y desesperadas por recuperar a sus animales”, cayeron en la trampa haciéndole una transferencia inmediatamente. El estafador no conocía realmente el paradero de estos perros, tan sólo aprovechaba la información que había obtenido de los anuncios de “Se busca” de los dueños.
Cuando los investigadores lograron averiguar la identidad del presunto autor de las estafas, comprobaron que en apenas unas semanas había engañado al menos a otras ocho personas en las provincias de Cádiz, Granada, León, Málaga, Sevilla y Tarragona.
Recabada la información necesaria, los agentes se desplazaron a la localidad de Ceutí, en Murcia, donde localizaron y detuvieron al sospechoso, un hombre de 41 años de edad con antecedentes por cometer estafas similares anteriormente. Tras la imputación de 10 delitos, las diligencias instruidas fueron puestas a disposición del Juzgado de Molina de Segura, en Murcia.
Dos de los diez perros robados ya han sido localizados en las provincias de León y Cádiz. Los agentes, en colaboración con albergues caninos de la zona, continúan con la investigación para tratar de localizar al resto y que puedan ser devueltos a sus propietarios.
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