MELILLA, 24 (EUROPA PRESS)
La Guardia Civil ha detenido en el puerto de Melilla a un pasajero que desembarcaba del ferry de Almería con 81.000 pastillas psicotrópicas que son usadas como droga y que hubiera alcanzado un valor de medio millón de euros en el tráfico ilícito. Los comprimidos de clonazepam, cuyo destino final podría ser Marruecos, estaban ocultos en distintos habitáculos del vehículo que conducía, un medicamento sujeto a receta médica.
Según ha informado un portavoz de la Comandancia melillense, el hallazgo en el marco de sus competencias del Resguardo Fiscal del Estado, cuando procedieron a la identificación y registro de un coche procedente de Almería que descendía en ese momento del barco que lo transportó y que estaba ocupado únicamente por su conductor.
Del resultado de registro practicado, los agentes observaron que, en la zona del parachoques delantero y trasero, del cubre-cárter y ruedas delanteras, presentaba ciertas irregularidades, lo que condujo que la fuerza actuante focalizara su inspección en dicho lugar.
La inspección del agente logró el hallar oculto sobre dicha pieza del vehículo 33 paquetes, de distintas formas y tamaños que contenían cinco mil cuatrocientos bristers de quince unidades cada uno, arrojando un total de aproximadamente 81.000 comprimidos de clonazepam.
El conductor del vehículo, un varón de 47 años de edad, con residencia legal en España, ha sido puesto a disposición judicial como supuesto autor de un delito contra la salud pública, en su modalidad de tráfico de medicamentos, junto con el género intervenido que en el mercado negro habría podido alcanzar un valor de unos 486.000 euros y el vehículo utilizado en la comisión del delito.
El portavoz puede crucial ha destacado que la actuación de la Guardia Civil ha evitado poner en el mercado ilícito 81.000 comprimidos del medicamento fármaco dispensado bajo rigurosa prescripción médica, cuyo principio activo es el clonazepam que actúa sobre el sistema nervioso central con efectos ansiolíticos, hipnóticos, miorrelajantes, entre otros, pudiendo acarrear graves consecuencias para la salud sin el seguimiento y control facultativo.
La citada fuente ha explicado que dicho fármaco es utilizado para la obtención del karkubi, sustancia estupefaciente que tiene como base principal el hachís mezclado con fármacos psicotrópicos u otras sustancias nocivas para la salud, “cuyos efectos conocidos son alucinaciones, agresividad y amnesia”. El portavoz de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla ha admitido que “se presume” que el destino final de estas 81.000 pastillas psicotrópicas podría ser el Reino de Marruecos.
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