CÓRDOBA, 5 (EUROPA PRESS)
Cruz Roja ha reforzado en las últimas semanas en Córdoba su intervención en asentamientos de inmigrantes por el calor, ante la especial vulnerabilidad que las personas que viven en estos enclaves tienen frente a las altas temperaturas que, de forma sostenida, está soportando la provincia a lo largo de este verano.
Así, el voluntariado de la institución humanitaria ha incrementado durante los dos últimos meses la frecuencia de sus visitas a estos campamentos, para repartir agua con la que mitigar los efectos de la canícula.
“Sin duda, por sus circunstancias, las personas que viven en asentamientos son uno de los grupos de población más expuestos a la situación climática que estamos padeciendo, marcada por un calor sofocante y la sequía”, explica Eva Arévalo, trabajadora social del programa de Inmigrantes de Cruz Roja.
Por eso, destaca que “al igual que se hace con otros colectivos especialmente vulnerables al calor como las personas mayores, la infancia o las personas sin hogar, ahora hemos de estar más cerca de ellas”.
Cerca de 300 personas que viven en distintos asentamientos de inmigrantes en la provincia recibieron, durante el primer semestre del año, el apoyo del voluntariado de la organización humanitaria. En estos primeros seis meses del año, el personal de Cruz Roja ha visitado tanto los 14 campamentos que hay, a día de hoy, repartidos por la capital, como otros enclaves similares en puntos de la provincia como La Carlota, coincidiendo con la temporada del ajo.
Para esta labor, la entidad cuenta con el apoyo de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta –que financia dos proyectos en los que se trabaja con este colectivo, el de ‘Atención a personas vulnerables en asentamientos’ y el de ‘Integración de inmigrantes’– y del Ayuntamiento de Córdoba, con quien tiene suscrito un convenio para abastecer de agua cada 15 días aproximadamente a un asentamiento de la capital que carece de acceso a agua potable.
En el marco de estos proyectos, Cruz Roja ofrece una atención socio-sanitaria a los inmigrantes y favorece su acercamiento a los recursos sociales normalizados; de hecho, en muchas ocasiones se les acompaña y se les asesora para la tramitación de documentos tales como el pasaporte, el NIE o la tarjeta sanitaria.
REPARTO DE MATERIAL
De igual modo, en dichas visitas la organización les reparte material de ayuda humanitaria, entre el que se incluyen mantas, ‘kits’ de higiene y de prevención frente al Covid-19 o productos materno-infantiles.
Asimismo, el personal de Cruz Roja distribuye, en sus visitas a estos campamentos, diversos alimentos no perecederos, como pasta, harina, atún, leche o tomate, así como juguetes para los menores cuando se acercan las fechas navideñas.
En el primer semestre, el voluntariado de la institución humanitaria ha atendido exactamente a 280 personas –casi todas de origen rumano en la capital, y mayoría de magrebíes en la provincia–, casi un tercio de ellas menores de edad.
Este trabajo en los asentamientos es sólo uno de los diversos proyectos que desarrolla la entidad dentro de su programa de atención a inmigrantes, cuyo objetivo general es hacer frente a las causas generadoras de vulnerabilidad en este grupo de población, al tiempo que se le proporciona toda la ayuda necesaria para llevar una vida digna y lograr su plena integración en la sociedad de acogida.
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