CEUTA, 13 (EUROPA PRESS)
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha asegurado este lunes en la sede de su departamento al presidente del Gobierno de Ceuta, Juan Vivas (PP), que la decisión de implantar una aduana comercial con Marruecos en la frontera del Tarajal, que no ha tenido nunca una infraestructura de esas características, es “firme e irreversible”.
Albares, que ha vuelto a recibir a Vivas en el Ministerio de Exteriores, donde ya se vieron el pasado 30 de septiembre, ha advertido al líder del Ejecutivo autonómico que su puesta en marcha será “ordenada y gradual”. El pasado 27 de enero se hizo una “prueba piloto” con la primera expedición comercial desde la ciudad autónoma hacia el país vecino, una furgoneta cargada con “productos de higiene personal”.
El presidente de Ceuta ha explicado en un comunicado a los medios que “de culminarse la referida implantación estaríamos ante un hito de calado histórico” y ha ofrecido la “total colaboración” de la Ciudad Autónoma “para la gestión material de dicha aduana”.
Además, ha solicitado que se establezcan “cauces fluidos de comunicación entre las dos Administraciones y los operadores económicos”, al objeto, entre otras finalidades, de “conocer los avances que vayan produciéndose en el aludido proceso de implantación, en particular por lo que concierne a los procedimientos y documentación relativos a la realización de las operaciones tanto de exportación como de importación”.
Por otra parte, Vivas ha reiterado la necesidad de “mantener, de manera estable y permanente, en lo que al tránsito de personas hace referencia”, la actual exigencia de visado para el acceso a España de todos los ciudadanos marroquíes que pretendan acceder a la localidad española norteafricana “habida cuenta los innegables efectos positivos que el citado régimen está teniendo para nuestra ciudad en ámbitos muy sensibles”.
La supresión desde mayo del año pasado de la excepcionalidad que en el Tratado de Schengen contempla que los residentes en la región marroquí de Tetuán entren en Ceuta solo con su pasaporte ha reducido, según el Gobierno central y el local, la presión sobre servicios públicos como los sanitarios y educativos por parte de esa población flotante.
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