La dotación presupuestaria se incrementa hasta 2.125.000 euros con el fin de avanzar en el objetivo de conseguir “la igualdad y equidad” entre escolares
El Gobierno de Cantabria ha dado un paso más en el impulso al banco de recursos estableciendo la gratuidad total para aquellas familias cuyos ingresos no llegan al salario mínimo interprofesional (SMI).
La directora de Centros e Innovación Educativa, Isabel Fernández, ha presentado esta mañana las principales novedades que recoge la norma que regula el banco de recursos para el curso 2018-2019 y ha manifestado, que estas medidas han supuesto un avance hacia la gratuidad del material escolar y permitirán conseguir uno de los objetivos principales del banco de recursos, la “equidad y la igualdad” entre escolares.
La dotación en los presupuestos regionales del banco de recursos este año alcanza los 2.125.000 euros frente a los 2.000.000 de euros del pasado curso, de los que se venían a gastar 1,8 millones de euros. Fernández ha asegurado que el objetivo de la Consejería es llegar a la gratuidad total en Primaria, algo que “podría ser real este curso” porque “se han puesto las bases”, y ha manifestado que, aunque es una meta complicada de alcanzar, por ello se trabaja con los ayuntamientos en la suscripción de convenios y se está trabajando aumentando la dotación para llegar poco a poco al “gasto cero” de las familias.
En el banco de recursos educativos, la Consejería asigna una cantidad al centro en función de los alumnos matriculados. La directora ha destacado que se ha aumentado la cuantía por alumnos que da la Consejería de Educación, pasando de 140 a 155 euros para las familias cuyos ingresos no alcance el SIM y además por cada estudiante de Primaria y Secundaria el centro recibirá 30 euros por alumno matriculado. Para el alumnado de 1º y 2º de Primaria, que utiliza un material más fungible, la Consejería aportará 100 euros por alumno, mientras que el alumnado de Educación Especial percibirá 50 euros.
Se trata de un banco para centros públicos, del que todos los alumnos entrar a formar parte, a no ser que firmen lo contrario. Los centros concertados deben solicitar a la Administración su inclusión en esta iniciativa.
Según ha asegurado Fernández la norma también contempla la posibilidad de aportar cantidades extraordinarias para centros con características más especiales, es el caso de centros alejados y con poco alumnado, las escuelas unitarias, que, de otro modo, “necesitarían de una suplementación a esas cuantías para alcanzar esa gratuidad”.
Además, y como novedad este año, se impulsa la figura de un órgano de gestión para coordinar ese banco de recursos en cada centro que será el coordinador de biblioteca.
Otra de las novedades, a las que se ha referido la directora de Innovación y Centros Educativos, es la ampliación en el número Ayuntamientos que tienen suscritos convenios para el banco de recursos con la Consejería de Educación. A los convenios existentes en Camargo, Los Corrales de Buelna, Polanco, Campoo de Yuso, Campoo de Suso, Pesquera, Reinosa, Las Rozas de Valdearroyo, San Miguel de Aguayo, Santiurde de Reinosa, Valdeolea, Valdeprado del Río y Valderredible se sumarán en breve los ayuntamientos de Bezana, Cabezón de la Sal y Campoo de Enmedio.
Por último, y como guía para los centros se ha elaborado un Manual de Buenas Prácticas que permitan ayudar a mejorar el uso del banco de libros y del material de los centros docentes.
El banco de recursos no sólo acoge libros de texto, si no también otro tipo de recursos como son materiales fungibles, vinculados a proyectos de innovación, y recursos digitales, por tanto, se trata de algo “más ambicioso”, ha puntualizado Isabel Fernández.
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