La tercera edición del Postgrado en Gestión de la Responsabilidad Social ha cerrado ciclo. Los nuevos expertos en la materia han recogido esta tarde sus títulos acreditativos, avalados por el Instituto Aragonés de Fomento (IAF), e inician de esta forma su andadura en la defensa de uno de los parámetros más relevantes de la actividad empresarial: La Responsabilidad Social. Un concepto que, segñun ha manifestado el director gerente del IAF, Ramón Tejedor, merece ser concebido no como un “mero enunciado bonito”, sino como pieza fundamental del genoma empresarial.
Así, Ramón Tejedor ha instado a los nuevos egresados a ser “los apóstoles de la causa”, de sensibilizar a las empresas sobre la importancia de adquirir la responsabilidad como válvula de excelencia empresarial. Una visión que asimismo ha compartido la técnica superior en Prevención de Riesgos Laborales (PRL) de Más Prevención, Marta Pina Martínez. De su experiencia en el ámbito de la prevención de riesgos laborales, Pina extrae una observación palpable: El grado de cumplimiento de esta prevención –una de las variables nucleares de la RS- es todavía “demasiado deficiente en España y Europa”.
Por esta razón, una de las tareas centrales de los expertos será fomentar el concepto de la “empresa saludable”. Es decir, incitar desde el interior de la empresa a sobrepasar las exigencias puramente legales, para llegar a ensamblarlas en las políticas de la compañía, en un amplio abanico de aspectos socio-económicos (desde metodologías de desarrollo sostenible, a políticas con perspectiva de género). Según Pina, esa será la verdadera clave de “la evolución”.
Y en esa cadena evolutiva, Aragón goza de buena salud. Así lo ha manifestado el propio decano de la Facultad de Economía, José Mariano Moneva, al afirmar que la “marca aragonesa” en responsabilidad social está convirtiéndose en auténtica referencia, gracias a las acciones llevadas a cabo en los últimos años. Acciones de buenas prácticas que cristalizan en que hoy día “más de 50 empresas cuenten ya con el Sello RSA+ del Instituto Aragonés de Fomento”.
Precisamente, la mayor parte del tejido empresarial aragonés se compone de Pymes, y sobre la estructura de la responsabilidad social en esta tipología de empresa ha reflexionado el socio consultor de Lexintek, David Sancho. El también profesor de la Universidad de Zaragoza alega que la Responsabilidad Social es sin duda una “fuente de ventaja competitiva empresarial” sobre la que se ha avanzado mucho “pero no demasiado”, empezando por los propios directivos.
Sancho ha descubierto que las cabezas de empresa, en muchas ocasiones, “no saben ni qué es, ni cómo gestionarla”, por lo que ese debe ser el punto de partida: Rotar la percepción del interior al exterior, y empleando la Responsabilidad Social como herramienta que aumente “la autoestima de las Pymes, que la tienen muy baja”. Todo un reto que tendrán que asumir los ya acreditados expertos y que irá muy ligado a la teoría expuesta por Marta Pina del “Liderazgo 3D”. Esta defiende que existe hoy en día un nuevo paradigma empresarial, donde los nuevos líderes deberán pensar a escala tridimensional: económico-social-medioambiental, de acuerdo con el código de los “objetivos de desarrollo sostenible europeos (ODS)”.
El profesor titular de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Zaragoza, Antonio José García Gómez, ha impartido una charla sobre los problemas fiscales de la retribución de los administradores de las Sociedades de Capital. García ha aconsejado a los nuevos egresados sobre las presunciones vigentes sobre el cargo del administrador dentro de las normativas mercantiles y su relación con las sociedades.
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