MADRID, 20 (SERVIMEDIA)
El Ministerio de Transición Ecológica denunció este jueves que quienes han respaldado en el Congreso de los Diputados sacar al lobo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre), lo que permite que vuelva a ser cazado al norte del Duero, lo han hecho sin esperar a los datos que este departamento estaba perfilando sobre las poblaciones y su gestión, negándose con ello a conocer la evidencia científica que habría permitido tomar una decisión informada.
“Se trata de un movimiento profundamente irresponsable”, aseguraron fuentes del Ministerio después de la votación e el Congreso de los Diputados.
Explicaron que desde el Ministerio se han ido recogiendo los datos desde las comunidades autónomas “para hacer una gestión de la especie basada en datos, basada en el conocimiento científico” y la última en enviar los datos, que deben ser totalizados, lo hizo hace dos semanas. “Los datos para tomar decisiones informadas iban a estar listos en junio o julio. Resulta sorprendente que no se haya querido esperar a tomar una decisión informada. Una decisión basada en evidencias, que es lo que sustenta la mejor política”, denunciaron.
“Los conflictos entre personas y vida silvestre siempre han estado ahí. Estamos ante una situación de gran polarización, en la que la única posición que nos beneficia a todos es la de intentar pacificar y minimizar el conflicto para lograr una coexistencia sostenible en el tiempo. Y para ello, hay que utilizar el conocimiento técnico que tenemos del problema”, insistieron desde el Ministerio.
Entienden que lo que se ha votado “es la negación de los datos, la negación de la ciencia. Sacar en este momento al lobo del listado del Lespre de esta manera, no ayuda a nadie” ya que “habíamos iniciado una gestión de la especie diferente, responsable con la especie, pero también con los ganaderos”.
Aseguraron que en el Gobierno “somos sensibles a la afectación que tiene para los ganaderos. La protección de la biodiversidad no puede ser un coste para ellos”, y por eso se habían puesto en marcha fondos para financiar “nuevas experiencias de protección de convivencia que deben tener sus tiempos para ser evaluadas y también pagar los daños que el lobo cause en las cabezas de ganado”. Gracias a ello, por primera vez en algunas comunidades autónomas al norte del Duero muchos ganaderos recibían compensaciones por los daños que se producían en sus animales.
Por ello, concluyen que la decisión tomada “es una muy mala señal que abunda en el negacionismo y que perjudica el trabajo iniciado para la gestión responsable de una especie ambiental y socialmente importantísima, que se ha convertido en un símbolo, en un chivo expiatorio, todos los males se le achacan al lobo y, sin embargo, se ponen en valor poco sus aportaciones”.
Entre ellas, subrayaron que da estabilidad a los ecosistemas porque regula y equilibra las poblaciones de herbívoros salvajes, evita su sobrepastoreo y en consecuencia, protege la biodiversidad. También reduce las enfermedades que pueden transmitirse desde la fauna silvestre al ganado, puesto que tiene más fácil cazar animales viejos o enfermos; y aporta un importante valor cultural y educativo. “De hecho, gracias a su presencia, distintas zonas de España son destino nacional e internacional de turismo de observación del lobo”.
“Es obligación de los gobiernos conservar el patrimonio natural de un país. Somos el país con mayo biodiversidad de Europa y el lobo es parte importante de esa biodiversidad. Si querían haber tomado una decisión basada en la ciencia y en los datos del lobo es España lo lógico habría sido esperar hasta que el Ministerio los presentara. Quien ha votado a favor ha querido tomar la decisión desinformada. Es gravísimo”, sentenciaron.
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