
MÉRIDA, 18 (EUROPA PRESS)
La balsa de Jarandilla de la Vera (Cáceres) que este pasado lunes sufrió una rotura que provocó la salida descontrolada de unos 310.000 metros cúbicos de agua será sustituida por una nueva en otro emplazamiento, ya que “no procede” su reparación.
El consejero de Presidencia, Interior y Diálogo Social, Abel Bautista, ha dado a conocer este aspecto este martes en la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno y en la que ha informado de que actualmente no puede determinarse la causa de la rotura.
Cabe señalar que en la madrugada de este pasado lunes se produjo el desbordamiento de la balsa de riego del Charco de la Maricana que generó una riada en parte de Jarandilla de la Vera aunque sin producir daños personales.
En este sentido, Bautista ha avanzado que la Junta de Extremadura va a iniciar los trámites necesarios para buscar el emplazamiento oportuno, la redacción de proyectos y “demás trámites que correspondan”.
A este respecto, el consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural, Ignacio Higuero, mantendrá en la tarde de este martes una reunión con los regantes para abordar las posibles soluciones para esta misma campaña y para las venideras hasta disponer de la nueva balsa.
BALSA CONSTRUIDA SOBRE EL CAUCE NATURAL DE UN ARROYO SOTERRADO
Bautista ha hecho un repaso pormenorizado por la historia de la balsa, que fue construida en 1994 por la Consejería de Agricultura, aunque ha detallado que la misma tiene un elemento que “no tiene ninguna otra” en la comunidad y que “adquiere una mayor relevancia, tanto para esclarecer lo sucedido como para adoptar las medidas necesarias para que no vuelva a ocurrir”.
Así, ha informado de que la balsa está construida sobre el cauce natural de un arroyo que fue soterrado por debajo del suelo de la balsa en el momento de su construcción. “Concretamente está construida sobre una bóveda que encauza el arroyo. Esto es algo que, a fecha actual, es absolutamente impensable”, ha aseverado.
Por ello se ha preguntado por cómo es posible que la Confederación Hidrográfica del Tajo “permitiera la construcción de esta balsa” en 1994 y la Junta de Extremadura “la construyese”.
Asimismo, ha detallado Bautista que la balsa es titularidad de la Junta de Extremadura, aunque la explotación está a cargo de la comunidad de regantes y, aunque no está documentada la cesión de uso o concesión de la explotación, sí consta inscrita en el catastro a nombre de la comunidad de regantes, ha precisado.
Algo que es “importante”, según ha expuesto Abel Bautista, porque, en caso de cesión de explotación, las obligaciones del propietario corresponden también al titular de la concesión.
En cuanto a la seguridad de la balsa, el consejero de Presidencia ha informado de que las competencias en materia de seguridad corresponden a la Administración General del Estado, a través de la Confederación Hidrográfica del Tajo, al tratarse de una balsa construida sobre el dominio público hidráulico.
No obstante, a la Junta de Extremadura le corresponde el mantenimiento de la balsa y el cumplimiento de las normas de seguridad. La balsa cuenta, en este sentido, con un plan de emergencia y con unas normas de explotación y la última revisión fue realizada en septiembre del año 2022.
La norma en este sentido establece que las revisiones para una balsa clasificada por la Administración General del Estado como categoría A es cada cinco años, por lo que hasta 2027 no se debería efectuar la siguiente revisión. “Es decir, la Junta de Extremadura cumplió con sus obligaciones legales en septiembre del año 2022, no siendo hasta septiembre del año 2027 el momento en el que deba efectuarse la siguiente revisión”, ha remarcado.
También ha señalado que al estar la balsa situada sobre dominio público hidráulico le corresponde a la CHT la “inspección permanente” del cauce aguas arriba, aguas abajo y también sobre las aguas que discurren bajo la bóveda, algo que cobra “especial relevancia” a la hora de determinar la responsabilidad y la causa de la rotura de la balsa.
“Es decir, primero establecemos la causa de la rotura y luego tendremos que establecer a raíz de esa causa la responsabilidad”, ha indicado, además de asegurar que, actualmente, no puede determinarse la causa de la rotura.
DOS HIPÓTESIS
Los pasos a seguir a partir de ahora, como ha avanzado Bautista, será proceder a efectuar una intervención para desaguar la balsa, retirar la tela que cubre la superficie y descubrir para averiguar qué es lo que ha sucedido, aunque en este momento se barajan dos hipótesis.
La primera de ellas, ha dicho, es que se haya producido una rotura por un colapso de la estructura como consecuencia del peso del propio agua, mientras que la segunda es debido a que se haya producido un taponamiento en el encauzamiento del arroyo.
“Se aprecia, eso sí, que aguas arriba de la balsa existe evidencia de haberse producido un aumento importante de caudal, así como retenciones en el curso del arroyo. Por tanto, no se descarta que se haya podido producir una rotura de la balsa como consecuencia de que haya colapsado el encauzamiento del arroyo que discurre soterrado por debajo de la balsa, como consecuencia de un arrastre de elementos sólidos, por inexistencia, eso sí, de una rejilla de desbaste agua arriba, cuyo mantenimiento e inspección corresponde en exclusiva a Confederación Hidrográfica del Tajo”, ha asegurado.
Por tanto, los técnicos son quienes deberán determinar la causa de la rotura y no será hasta que no deje de llover cuando se puedan realizar las labores de análisis e investigación precisas que darán más información al respecto.
CARRETERA EX-119
La rotura de la balsa de agua también afectó a la carretera EX-119, que en estos momentos mantiene cerrado al tráfico un carril y se ha adoptado un sistema de semáforos para la regulación del tráfico en el único que se encuentra abierto, permaneciendo personal in situ desde la mañana de este pasado lunes.
Asimismo, ha apuntado que ha encargado, además, un informe de daños y soluciones de reparación a la concesionaria del mantenimiento de la vía, para lo que se debe realizar una inspección con georradar y tomografía eléctrica, que no se podrá ejecutar hasta que no esté completamente seco el firme, ya que mide densidades y en el estado actual sería “erróneo”.
Por ello, ha anunciado que las medidas a adoptar variarán en función de lo anterior, de tal manera que será la existencia o no de riesgo de colapso de la carretera por existencia de zonas descomprimidas las que determinarán la actuación a llevar a cabo. “No obstante, se mantendrá la inspección sobre el terreno de manera periódica”, ha apuntado.
Finalmente, y en cuanto a las familias afectadas, la Junta de Extremadura ha trasladado su empatía con la situación por la que atraviesa y ha recalcado que estará “a la altura” y “a su lado”.
Para ello, ha dicho, es necesario esclarecer en primer lugar las causas de la rotura para dirimir de quién es la responsabilidad. “Necesitamos la evaluación de daños y necesitamos también los informes de los seguros privados. Si la Junta de Extremadura fuera responsable, que a nadie le quepa duda de que procederemos con la celeridad suficiente para resarcir los daños, todos, que se hayan derivado de la misma a través de los cauces legales más rápidos que existan”, ha asegurado.
En todo caso, según Bautista, el Ejecutivo extremeño está a disposición de trabajar de manera coordinada con el resto de administraciones públicas, para que, “con independencia de quién sea la responsabilidad y a quién le corresponda indemnizar”, trabajar conjuntamente para que las familias afectadas reciban cuanto antes lo que les corresponde.
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