MADRID, 17 (SERVIMEDIA)
El portavoz del Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea de Madrid, Carlos Díaz-Pache, remarcó este lunes que el Gobierno de la Comunidad de Madrid “jamás ha hecho un balance triunfalista de la gestión de la pandemia” y recordó que la presidencia regional “ha dicho en muchas ocasiones que le pesa no haber podido reaccionar antes y no haber sido capaz de salvar más vidas de una pandemia que fue algo absolutamente inédito”.
Así lo afirmó durante la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces en la Cámara madrileña, donde destacó que “lo que estamos diciendo es que Madrid fue la primera región en reaccionar” y que las primeras medidas que tomó “fueron las adecuadas, las acertadas y las medidas que el Gobierno de la nación primero rechazó, después trató de obstaculizar, luego permitió y finalmente hizo obligatorias, como las mascarillas, los test de antígenos, los cierres por zonas básicas de salud”.
En este sentido, Díaz-Pache valoró que los organismos internacionales y las sociedades científicas han ido avalando estas actuaciones a lo largo de estos cinco años. Además, criticó que, durante estos cinco años, “la izquierda y la ultraizquierda han ido utilizando el dolor de las víctimas para retorcerlo y para utilizarlo de forma torticera”, mientras que el Grupo Popular “ha estado de forma muy prudente hablando de que no debía utilizarse la pandemia contra el enemigo político”.
El portavoz popular apuntó que lo que ha pasado en los últimos días “ha colmado el vaso”, porque “no es razonable que cinco años después se siga mintiendo con este descaro” y, por ello, “estos días hemos tenido que responder con la verdad, con los datos y denunciando cada una de las maniobras de miseria moral de la izquierda y la ultraizquierda”.
Por último, reiteró que “jamás se hizo un relato triunfalista”, pero “hay que reconocer lo que hizo y lo que dejó de hacer cada uno”. Así, continuó, “el hecho que debe pesar al Gobierno de Sánchez es haber dejado abierto Barajas cuando se sabía que era por donde estaba entrando el virus con fuerza; de haber permitido manifestaciones como las del 8-M, que fueron un auténtico ‘infectódromo’ en el centro de Madrid; haber minusvalorado la importancia de esta pandemia; y haber desoído las alertas de la Organización Mundial de la Salud”.
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