SEVILLA, 15 (EUROPA PRESS)
La Consejería de Salud y Consumo ha planificado acciones con las que pretende mejorar la atención de enfermedades crónicas entre la población andaluza, con propuestas específicas para determinados colectivos como el de los niños o el de personas mayores en situación de “soledad no deseada”.
Así se desprende del Plan Andaluz de Atención a la Cronicidad 2025-2028 diseñado por la Consejería de Salud y Consumo, consultado por Europa Press después de que el Consejo de Gobierno tomara conocimiento del mismo el pasado 5 de marzo.
El “objetivo general” de este plan es “prevenir las enfermedades crónicas y mejorar la calidad de vida de las personas con estas patologías, mediante una nueva organización de la asistencia sanitaria que promueva la personalización de la atención basada en el valor y la adecuación de los recursos a las necesidades y expectativas de cada persona, garantizando la equidad en salud, la eficiencia y la calidad de la atención”.
La consecución de este objetivo “se enmarca en cinco ‘líneas estratégicas’, cada una de las cuales se despliegan en un conjunto de Objetivos Específicos y Acciones del Plan”, se detalla también en el mismo documento.
De esta manera, con la primera “línea estratégica” se pretende “fomentar la salud desde la infancia, a través de la promoción de hábitos saludables y la acción comunitaria”, para lo cual se proponen acciones como la “incorporación del perfil de Enfermería Especialista en Salud Familiar para fortalecer, junto al resto de profesionales de atención primaria, la puesta en marcha del plan de acción local en salud/guía de acción comunitaria”.
También, el desarrollo de “una red de trabajo para las estrategias de promoción de la vida saludable y salud comunitaria”; el “fomento de la educación terapéutica” y de intervenciones de “promoción de la salud dirigidas a la población pediátrica”.
La segunda línea estratégica persigue “mejorar la atención a las personas con enfermedades crónicas a través de un enfoque centrado en las personas y basado en el valor”, para lo cual se proponen acciones como el “establecimiento de criterios que mejoren la identificación y estratificación de personas con enfermedades crónicas manteniéndola actualizada”, y el “desarrollo de sistemas que ayuden a generar alertas, adelantándose a la agudización”.
También, la “implantación de guías de práctica clínica para la atención a personas con enfermedades crónicas” y, en el marco de la Atención Primaria, la “ponderación de los cupos de profesionales, teniendo en cuenta su carga de morbilidad y otros determinantes sociales”.
ABORDAJE “INTEGRAL” DE LA CRONICIDAD
Asimismo, el plan propone “abordar la cronicidad de forma integral y adaptada a la infancia”, para lo cual contempla el “diseño de un modelo de cuidados con estrategias líquidas que vinculen unidades hospitalarias, atención primaria y entornos escolares para permitir una estrategia de cuidados segura para pacientes en edad pediátrica con enfermedades crónicas”; el “desarrollo de un plan de cuidados psicoemocionales para los hermanos de pacientes en edad pediátrica con enfermedades crónicas”, y de “acciones formativas para personas cuidadoras de población pediátrica”.
Otras acciones propuestas en esta línea son las de desarrollar “procesos de transición de unidades pediátricas a unidades de personas adultas a través de una adecuada coordinación, que permita la continuidad en la atención durante la adolescencia”, y “potenciar la figura de enfermería especialista en pediatría”.
Por otro lado, con la tercera línea estratégica del plan se pretende “mejorar la atención a las personas con enfermedades crónicas complejas mediante un enfoque proactivo y personalizado”, para lo cual se proponen acciones como la “definición de criterios homogéneos para la identificación y priorización de pacientes con cronicidad compleja” y la “reorientación e impulso del programa de atención domiciliaria”.
También, el establecimiento de “circuitos de atención preferente en los centros asistenciales que den prioridad a las personas con cronicidad compleja y sus familiares, incluyendo la atención en los servicios de urgencias”, así como la puesta en marcha de “Unidades de Continuidad Asistencial en el ámbito hospitalario que favorezcan la coordinación con la atención primaria”, y de Unidades de Alta Complejidad de Cuidados.
La “definición de criterios homogéneos para la identificación y priorización de pacientes en edad pediátrica con cronicidad compleja” es otra de las acciones incluidas en la tercera línea, junto a las de “consolidación de la visita domiciliaria pediátrica desde atención primaria, así como la hospitalización a domicilio adaptada”.
La Junta también se plantea en esta línea diseñar “modelos organizativos y procesos de atención necesarios para establecer un marco común en la atención a la cronicidad compleja en el ámbito residencial”; “colaborar en el desarrollo de Unidades de Residencias multidisciplinares”, y desarrollar “un plan de intervención para personas con cronicidad compleja en situaciones de soledad no deseada, o que vivan solas sin apoyo al cuidado”.
Además, la administración andaluza plantea “incluir a las personas con enfermedades crónicas complejas priorizadas en el Plan Andaluz de Prevención contra los Efectos de las Temperaturas Excesivas sobre la Salud”.
La cuarta línea estratégica pretende “mejorar la atención a las personas con enfermedades crónicas a través de la investigación, la innovación y la transferencia del conocimiento”, y con ella se proponen acciones como la “creación de un ‘Premio de investigación e innovación’ como reconocimiento a proyectos o buenas prácticas en relación con la atención a la cronicidad en Andalucía”, y el diseño de “un plan de formación anual del Plan Andaluz de Atención a la Cronicidad para la mejora competencial de los perfiles profesionales implicados en la atención a la cronicidad”.
Finalmente, la quinta línea estratégica pretende “mejorar la atención a las personas con enfermedades crónicas mediante la implementación de herramientas digitales”, para lo cual se proponen como acciones el “impulso y protocolización conjunta de la teleconsulta”, la “incorporación de herramientas de ayuda a la toma de decisiones para apoyar a los profesionales en su actividad asistencial”, y la “potenciación del uso de nuevas tecnologías y aplicaciones móviles para mejorar el autocuidado y la autogestión de la enfermedad, así como la comunicación no presencial con profesionales de referencia”.
UNA QUINCENA DE “RETOS”
Antes de detallar las líneas estratégicas, los objetivos y las acciones a impulsar con este plan, en el mismo documento se enumeran los 15 “retos” que se quieren afrontar tras analizar la situación, “las necesidades y expectativas expresadas por los diferentes colectivos”.
En concreto, en el plan se explica que “se han identificado más de 100 retos de la atención a la cronicidad en Andalucía”, si bien “se han aunado las aportaciones realizadas y se han integrado en 15 ‘retos’ que pueden responderse a través de un plan de atención a la cronicidad dinámico, pragmático, resiliente y eficiente”.
Así, entre dicha quincena de retos figuran los de “mejorar la calidad de vida y la esperanza de vida en buena salud de las personas con enfermedades crónicas; avanzar hacia un modelo de atención a la cronicidad basado en el valor; identificar a las personas con enfermedades crónicas en función de su complejidad, independientemente de la edad, para establecer las intervenciones y recursos apropiados”.
Otro reto es el de “desarrollar equipos interdisciplinares integrados que se coordinan para dar una respuesta integral, que aportan soluciones que eviten la fragmentación y discontinuidad de la atención, evitando traslados e ingresos innecesarios al hospital y siendo la atención primaria el eje vertebrador”.
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