Hay “otros temas que son más importantes y que tienen que darle prioridad a la hora de negociar”, afirma Yagüe
BILBAO, 14 (EUROPA PRESS)
La presidenta de Confebask, Tamara Yagüe, ha anunciado que la patronal vasca no va a acudir a la reunión del próximo 20 de marzo en el CRL, en la que los sindicatos van a plantear una propuesta de SMI propio para Euskadi, ya que no ve “la necesidad de que haya que negociar” este salario mínimo y “la explicación ya está dada” en la anterior reunión. A su entender, con la cantidad planteada, los sindicatos “dejan claro que están fuera de las realidades de las empresas”.
En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Yagüe ha considerado que “no ha cambiado nada” con el nuevo emplazamiento de los sindicatos ELA, LAB, Steilas, Esk, Hiru y Etxalde, que este pasado jueves anunciaron que propondrán en la mesa por un SMI propio para Euskadi del 20 de marzo, en el CRL, un sueldo de 1.500 euros mensuales (21.000 brutos anuales).
Según ha indicado, la patronal vasca sigue manteniendo que “negociar ahora mismo un salario mínimo interprofesional vasco pondría en peligro la competitividad y la sostenibilidad de las empresas”.
Así, ha apuntado que “1.500 euros de salario mínimo en Euskadi supone un 27% más con respecto al salario mínimo que está pactado en el Estado”, que, desde 2018, “se ha incrementado un 67%”. A su entender, “es increíble que los sindicatos planteen estas cantidades”, una propuesta con la que “dejan claro que están fuera de las realidades de las empresas”.
En la misma línea, ha remarcado que el tejido empresarial de Euskadi está principalmente integrado por pequeñas y medianas empresas, algunas en sectores como la hostelería y el comercio que emplean “a muchísimos trabajadores” y a los que “la imposición de un salario mínimo fuera de las negociaciones del convenio del sector les es totalmente inviable”.
“Parece mentira que los sindicatos que negocian esos convenios y que lo conocen hagan propuestas como de 1.500 euros. Por lo tanto, para nosotros no ha cambiado nada en este nuevo emplazamiento”, ha insistido.
Por ello, Confebask y sus organizaciones miembro ratifican su “postura contraria a la apertura de una mesa de negociación” y, según ha anunciado Tamara Yagüe, mientras el 6 de febrero la patronal acudió a la mesa con el fin de explicar su postura, considera que “la explicación está dada” y en esta ocasión “no va a acudir”.
En todo caso, va a trasladar al Gobierno Vasco y los sindicatos que pueden plantear un debate sobre el salario mínimo en la Mesa de Diálogo Social, donde “tiene lógica el poder dialogar de esta temática” y las patronales vascas pondrían “encima la mesa otras preocupaciones que tiene la empresa vasca”, como la reducción del absentismo o la “presión” de los costes laborales.
La presidenta de Confebask ha eludido pronunciarse sobre “cuál sería la propuesta” de SMI que debería plantearse, ya que “tiene que ir ligada a otra serie de situaciones, no es un tema aislado”, sino que “está englobado dentro de otra realidad” y hay que “trabajar siempre por la productividad y la sociedad de la empresa”.
Según ha indicado, se puede “dialogar sobre el salario mínimo interprofesional en conjunto de otra serie de situaciones y preocupaciones que tenemos la empresa vasca”.
Tras precisar que “ahora mismo el salario mínimo realmente está afectando a 50.000 trabajadores, de los cuales el 30.000 son el servicio doméstico”, ha opinado que, en el actual momento de “incertidumbre económica”, hay “otros temas que son más importantes y que tienen que darle prioridad a la hora de negociar, y no el salario mínimo”.
Así, ha dicho no ver “la necesidad de que haya que negociar el salario mínimo” ya que “ahora mismo hay que estar en otra serie de circunstancias” que “preocupan más” a los empresarios y “deberían preocupar a toda la sociedad como país”.
ARANCELES
En otro orden de cosas, ha aludido a los aranceles que está imponiendo Estados Unidos a diversos productos y ha explicado que las exportaciones a este país de Euskadi son el 8%, lo que “no es una gran cantidad”, pero “el problema es el efecto rebote que eso puede tener en otras economías como es la alemana o la francesa”, que son “los mayores clientes” de las empresas vascas.
También ha apuntado a la posibilidad de que “el mercado indio y chino pueda inundar Europa como consecuencia de que el mercado americano vaya a tener una más difícil penetración”.
Ante esta situación, ha demandado que “Europa tiene que actuar con rapidez, con contundencia a la hora de defender la industria europea”. “De lo que está en manos de los demás no podemos hacer nada, pero lo que está en nuestras manos para nosotros tiene que ser contundente”, ha insistido.
Finalmente, ha defendido la colaboración público-privada para, “entre todos”, buscar “el arraigo de proyectos” y “otros proyectos tractores para desarrollar Euskadi”. Así, se ha felicitado por “la operación Talgo”, en la que se “ha sabido conjugar la aportación pública con la aportación privada e incluso con las fundaciones bancarias”.
“Creo que es el camino a seguir. El empresariado vasco ha demostrado que tiene una apuesta por el arraigo por el país y que está dispuesto a invertir y a crear empleos de calidad, pero tienen que darse las circunstancias alrededor para que esto sea viable”, ha manifestado.
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