MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
Confemetal afirma en su último boletín de coyuntura que no sería “extraño” que algunas empresas se vieran obligadas a rechazar proyectos u obras con las Administraciones Públicas por su negativa a actualizar costes, como la subida del salario mínimo interprofesional (SMI).
“Éste es un nuevo ejemplo de la falta de receptividad del Gobierno con las demandas de las empresas”, denuncia la patronal del metal en su boletín.
Confemetal critica el “clima de continuo aumento” de los costes laborales creado en los últimos años. Así, argumenta que el coste salarial mínimo anual ha aumentado entre 3.480 y 3.644 euros anuales desde 2022, hasta rondar los 22.000 euros en promedio, lo que supone entre un 18,5% y un 19% más en cuatro años, dependiendo del tipo de cotización de los accidentes de trabajo.
Además de la subida del SMI, que para 2025 se ha situado en 1.184 euros al mes, la patronal del metal recuerda que en 2023 entró en vigor el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que implica un aumento de las cotizaciones que pagan empresas y trabajadores a la Seguridad Social.
“Junto a ello se suma un repunte de precios en algunas materias primas. Esto tiene un efecto consecuente en los contratos y las obras públicas que la Administración se niega actualizar. No será extraño que algunas empresas se vean obligadas a rechazar proyectos u obras, directamente, ni se presenten en las condiciones ofrecidas”, asegura.
En todo caso, y en relación con el SMI, Confemetal critica, no tanto su cuantía como el “modus operandi” con el que se ha procedido a aumentar esta renta mínima.
“El diálogo social se sustenta en el artículo 37.1 de la Constitución que afirma que la ley garantizará el derecho a la negociación colectiva laboral entre los representantes de los trabajadores y empresarios, así como la fuerza vinculante de los convenios”, sostiene Confemetal.
A grandes rasgos, Confemetal señala que el efecto de la subida del SMI sobre las empresas industriales será “relativo”. Según datos de un estudio realizado por Cepyme, citados por la patronal del metal, el nuevo SMI representa el 56% del salario medio que perciben todos los empleados de la industria, siendo las grandes y medianas las que menos exposición tendrán, al superar sus nóminas el SMI “con amplitud”.
Aunque el Ministerio de Trabajo sólo tiene la obligación de realizar una consulta formal sobre el SMI a los agentes sociales, para Confemetal el Ejecutivo volvió a dejar claro “que no tiene en cuenta la opinión del tejido empresarial ni de sus organizaciones a pesar de tomar decisiones que afectan a todas las partes”.
“Es muy preocupante el camino que ha decidido tomar el Ministerio de Trabajo, especialmente a la vista de la cascada de medidas relativas a las relaciones laborales que se esperan durante los próximos ejercicios: conciliación, organización del trabajo, irrupción de nuevas tecnologías”, concluye Confemetal.
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