MADRID, 11 (SERVIMEDIA)
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, informó este martes de que los Estados miembros trabajarán con la Comisión Europea para decidir qué elementos del gasto en defensa deben incluirse en la definición de la cláusula de escape y, por tanto, que no cuenten a efectos del incremento de gasto y los países sigan cumpliendo con las reglas fiscales.
La flexibilización de las reglas fiscales es una de las propuestas que la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, puso sobre la mesa para financiar el plan de rearme de Europa, aunque los líderes comunitarios siguen trabajando en ese proyecto y explorando opciones.
España quiere incluir en esa definición la ciberseguridad, que considera “esencial”, y también el control de las fronteras en el Mediterráneo “como un elemento esencial de protección y seguridad para el continente”. El Gobierno español entiende la defensa y la seguridad como “un bien público a nivel europeo” y por eso reclama “una financiación comunitaria”, como recordó Cuerpo este martes en declaraciones a los medios en Bruselas.
El debate sobre la financiación del gasto en defensa llega en un momento en el que España carece de nuevos presupuestos para 2025, algo que, a juicio del ministro, no será “un obstáculo” para incrementar las partidas en defensa, como ya sea hecho en el pasado.
Cuerpo también insistió en que para España el incremento del gasto en defensa no puede ir “en detrimento de gastos e inversiones que son esenciales para el crecimiento en el corto plazo”.
Mientras que la propuesta de España aboga por esa financiación comunitaria, además del espacio fiscal nacional de cada Estado, Italia defendió en este Ecofin el refuerzo de la financiación al sector privado para que pueda responder a las demandas del sector público.
Cuerpo aseguró que la visión italiana había sido “bien acogida”, pero advirtió de que el reto es a largo plazo, por lo que instó a “reforzar la capacidad que tengan los mercados de capitales para que no haya un problema de financiación”.
Las conversaciones sobre el gasto en defensa todavía se encuentran en fase inicial, por lo que el ministro evitó profundizar sobre cómo se ejecutarán después los planes. La prioridad en este momento es cerrar la “discusión estratégica sobre qué capacidades” quiere desarrollar Europa, cuánta financiación se necesita y cómo se repartirá.
“Sabemos que acabaremos en cifras importantes en materia de gasto, en seguridad, en defensa, con respecto al PIB, pero esa no es la principal preocupación. La principal preocupación es tener un desarrollo lo más rápido posible de esas capacidades que supongan una reducción de nuestra dependencia en materia de seguridad”, subrayó.
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