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SGAE reivindica la memoria de los represaliados en la Guerra Civil y la posguerra, afirmando que “Duele igual Muñoz Seca que Lorca”

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MADRID, 11 (EUROPA PRESS)

La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) ha presentado este martes 11 de marzo el libro ‘Ángeles y Demonios’ acompañado de una exposición sobre 25 de autores perseguidos, exiliados o ejecutados durante la Guerra Civil y la posguerra, que surge tras una investigación emprendida en 2021 entre los años 1932 y 1945 y coordinada por María Luz González Peña, Fernando Jiménez y Juan Antonio Ríos Carratalá.

“Nos duele igual Muñoz Seca que García Lorca”, ha dicho durante el acto el presidente de la SGAE, Antonio Onetti, en alusión a que Muñoz Seca fue fusilado por los republicanos, y al poeta Federico García Lorca, fusilado por el bando franquista.

Además, ha asegurado que “la investigación no busca reabrir heridas ni entrar en debates políticos, sino documentar la magnitud de la pérdida cultural que supuso la represión por parte de ambos bandos”.

A su vez, ha recordado que “la guerra y la posguerra no sólo supusieron la pérdida de vidas, sino también el exilio de una parte fundamental de nuestra producción artística”. “Las obras que estos creadores podrían haber escrito y que nunca existieron son una herida en la historia cultural de España”, ha denunciado Onetti.

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La muestra podrá visitarse hasta el 22 de abril en la sede de la SGAE y ha sido comisariada por María Luz González Peña, directora del Centro de Documentación y Archivo (Cedoa) y coautora del libro, y Maribel Sausor, responsable del Departamento de Actividades Complementarias de SGAE. Reúne más de doscientas piezas relacionadas con estos autores perseguidos por sus ideas y sus obras.

Entre ellos, se encuentran los hermanos Joaquín y Serafín Álvarez Quintero, Carlos Arniches, Miguel de Molina, Federico García Lorca, María Lejárraga, Adela Anaya, Pedro Muñoz Seca o, en su faceta de dramaturgo, Manuel Azaña, presidente de la República de 1936 a 1939.

Los objetos proceden de colecciones particulares y del Cedoa, así como de las distintas instituciones colaboradoras: Fundación Mingote, Archivo Manuel de Falla, Museo Nacional del Teatro, Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero, Fundación Miguel de Molina, Fundación Mediterráneo, Centro Federico García Lorca, Ayuntamiento de Ajofrín, Fundación Pablo Iglesias y Teatro de la Zarzuela.

Entre las piezas expuestas se encuentran la máquina de escribir de la dramaturga María Alejandra, las camisas cosidas a mano por Miguel de Molina para sus actuaciones, las botas originales que se llevaron durante la opereta ‘Katiuska’ de la Mujer Rusa, documentos y fotografías de García Lorca, etc.

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Como imagen de la portada del libro y la exposición, han escogido una viñeta, publicada en 1986 en el diario ABC, en la que el dibujante catalán Antonio Mingote retrata a Lorca y Muñoz Seca. “Todavía nos llaman rojo maricón a uno y fascista astracanesco al otro. Pero lo hacen sin rencor, sólo para justificarse por habernos asesinado”, se puede leer.

“Esta obra salda una deuda histórica con nuestros autores y autoras. No sólo con los más conocidos, sino con muchos otros cuyos nombres han permanecido en el olvido. Hubo creadores que fueron ejecutados, otros que se exiliaron y algunos que sobrevivieron, pero a costa de perder su voz en la España franquista”, ha señalado González Peña.

Entre los hallazgos, han destacado, por ejemplo, la historia del guionista de cine y líder de un sindicato de autores Joaquín Dicenta, que en los primeros días de la guerra, logró expedir documentos de protección para escritores en Madrid. También se han recuperado expedientes judiciales de consejos de guerra, correspondencia inédita y testimonios de familiares.

En la misma línea, recogen las peripecias de Melchor Rodríguez García, conocido como ‘Ángel Rojo’, conocido por su labor humanitaria para evitar asesinatos de presos por parte del bando republicano y que logró salvar alrededor de 15.000 personas.

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El libro ofrece también un repaso al devenir de la entidad. Así, aunque la Sociedad de Autores Españoles (SAE) se fundó en 1899, en 1932 fue cuando quedó constituida bajo el nombre de Sociedad General de Autores de España (SGAE), a modo de federación de las diversas sociedades que hasta entonces habían sido secciones en la SAE, según recuerda la SGAE. Al iniciarse la Guerra Civil, la institución fue colectivizada por la Unión General de Trabajadores (UGT) en Madrid y por la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) en Barcelona. Los sublevados, por su parte, articularon su propia SGAE en A Coruña.

Al finalizar la contienda, SGAE se reunificó tras ser incautada por la Falange Española Tradicionalista y de las JONS. Se instauró, entonces, una Comisión Depuradora de los Socios y Administrados de SGAE, de cuyas resoluciones dependían que los creadores pudieran seguir o no trabajando, percibiendo sus derechos de autor o, incluso, ostentar cargos en la entidad. “Estamos moralmente obligados a reparar y honrar a todos esos autores y autoras que sufrieron represalias injustas durante el franquismo”, ha concluido Onetti.


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