MADRID, 10 (SERVIMEDIA)
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, reclamó este lunes a sus homólogos comunitarios sobre políticas de empleo dar un paso adelante en materia de derechos laborales impulsando una directiva que regule el derecho a la desconexión de los trabajadores.
En la reunión formal de Consejo de Empleo, Política Social, Sanidad y Consumidores (Epsco) la vicepresidenta segunda defendió esta medida al asegurar que una cultura de hiperdisponibilidad erosiona los límites entre el trabajo y la vida. “No se trata solo de salud laboral o de conciliación. Se trata de algo más profundo: de garantizar que el desarrollo tecnológico esté al servicio del progreso humano”, explicó.
Díaz, cuyo departamento ya reguló este derecho en 2021, argumentó que “la abrumadora invasión digital” ha convertido la desconexión en un privilegio para las personas trabajadoras y, de no regularse, se corre el peligro de que se convierta no sólo en algo perjudicial para la salud metal, sino en una herramienta al servicio de la “lógica extractiva empresarial”.
En la actual legislación europea, el tiempo de trabajo está regulado en la directiva 2003/88/CE, una normativa que difícilmente contempla la nueva realidad digital. Por ello, Díaz apuntó la necesidad de contar con una directiva específica e ir más allá de declaraciones simbólicas o meras recomendaciones.
A su juicio, se precisa de “una norma vinculante que garantice que ningún trabajador o trabajadora pueda ser penalizado por ejercer su derecho al tiempo propio. Desconectar no es una concesión. Es un derecho”. Díaz recalcó la necesidad de “garantizar condiciones de trabajo humanas, donde el descanso sea un derecho real y no un privilegio para unos pocos”.
Asimismo, desdeñó el dilema de enfrentar el progreso económico a la protección social. “No hay competitividad sin derechos”, afirmó categóricamente la vicepresidenta, que considera que la fuerza laboral es más productiva cuando cuenta con derechos, salud y estabilidad.
Por otra parte, el Ministerio de Trabajo informó tras el Epsco de este lunes de que se está consolidando el Marco de Convergencia Social europeo, la iniciativa impulsada por España y Bélgica hace dos años para realizar un seguimiento de la situación social y de empleo en los Estados miembros de la UE, lo que implica la introducción de indicadores de desequilibrios sociales en el Semestre Europeo. El año pasado este mecanismo fue introducido a modo de experiencia piloto.
La vicepresidenta segunda subrayó ante sus colegas la relevancia de que los objetivos sociales no estén sometidos a las metas económicas. “El Marco de Convergencia Social es un instrumento clave para garantizar que el Semestre Europeo sea una herramienta efectiva de seguimiento e impulso de la convergencia social en la UE”, reiteró.
Ante una coyuntura internacional que genera incertidumbre, Díaz incidió en la relevancia de afianzar la protección de las personas trabajadoras. “No vamos a permitir que, en una Europa construida sobre el reconocimiento de derechos, la simplificación y los objetivos netamente económicos arrollen la protección social que tanto nos ha costado establecer, y que es el signo distintivo de las sociedades europeas”, insistió.
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