
Revela que la “desgracia” de sufrir bullying por ser homosexual le ha ayudado a tener fuerza para afrontar el síndrome de Tourette
MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
El influencer Jordi Rodríguez reveló hace unas semanas que tiene síndrome de Tourette, un trastorno que le lleva a realizar “acciones impulsivas” que no puede “controlar al 100% pero sí disimular o gestionar”.
El joven decidió visibilizar que padece el síndrome de Tourette tras ser criticado por realizar un “gesto involuntario, un tic”, en una gala de entrega de premios cuando otra creadora de contenido subía al escenario.
“El comentario que ponen puede dañar mucho, puede llevar incluso a que la gente se suicide porque a día de hoy pasa. Hace mucho un comentario, no es simplemente que se queda en el olvido no, la gente lo lee, porque la gente lee los comentarios”, ha señalado en una entrevista a Europa Press Jordi Rodríguez.
En este sentido, ha lanzado un mensaje a las personas que insultan y acosan a través de las redes sociales: “No se merecen que gaste nada de saliva hacia esa gente, creo que necesitan que se reeduquen, que se valoren, que valoren de verdad el comentario que ponen porque puede dañar mucho”.
El creador de contenido ha recalcado que “la gente es muy valiente al otro lado de la pantalla” y ha afirmado que “la mayoría” no le diría “nada cara a cara”. “Hay libertad de expresión, puedes opinar lo que te dé la gana, siempre y cuando no dañes a esa persona, que la gente eso lo confunde muchísimo”, ha precisado.
Jordi Rodríguez revela que ha leído en sus redes sociales comentarios o insultos como ‘deja las redes sociales y ponte a trabajar’; ‘eres un bicho raro’; o ‘eres un inútil’. “Intento no acordarme porque los borro de mi cabeza y, después de nueve años, he podido gestionar el tema ‘hate'”, ha apuntado.
En sus nueve años como creador de contenido, el influencer, que antes de la cuarentena por la Covid-19 reveló a sus seguidores a través de un libro que era homosexual, considera que ha sido un “chico súper natural” que hace un contenido “family-friendly y súper blanco”: “Hago contenido con toda mi familia”.
A pesar de ello, ha asegurado que hay mucha gente que se piensa que ha dicho que padece síndrome de Tourette por salvarse “de una polémica” o “por los números, por visitas”. “No me cabe en la cabeza”, ha expresado Jordi Rodríguez, que, no obstante, ha destacado que “hay mucha gente que obviamente” le ha apoyado.
APRENDIÓ A GESTIONAR Y DISIMULAR SUS TICS
En este punto, ha explicado que, aunque a lo largo de su carrera en redes sociales ha hecho “de todo”, la gente nunca ha visto que tiene síndrome de Tourette porque sabe gestionar sus tics o los intenta disimular con otros gestos, como hacer como “que hay una mosca”. “Hay gente que se lo toma como que he tenido una polémica y me han criticado y, para que no me critiquen, me he inventado esto”, ha reprochado.
Jordi Rodríguez recuerda que le diagnosticaron el síndrome de Tourette a los seis años, después de ser diagnosticado con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDA), cuando su prima, que es psicóloga, vio que hacía “gestos o ruidos impulsivos muy repetidamente”.
El síndrome de Tourette, según ha indicado el joven, “no está nada visibilizado en España”, algo que sí ocurre en otros países como en Estados Unidos. “Si te metes en TikTok y pones síndrome de Tourette ves que en Estados Unidos está muy normalizado, hay un montón de personas con este síndrome donde enseñan sus tics tan naturalmente y aquí en España no hay referentes”, ha aseverado.
Cuando se encuentra con gente que no entiende qué le pasa, intenta explicarles qué es el síndrome de Tourette. “Siempre digo que es un síndrome con el que no me voy a morir, obviamente, puedo vivir mi vida, hay dificultades, pero puedo vivir, y que es una parte del cerebro que está como defectuosa, donde tus neurotransmisores están mal”, ha comentado a Europa Press.
También ha relatado que el haber sufrido acoso escolar por ser homosexual le ha ayudado a convivir con las consecuencias de tener síndrome de Tourette. “He recibido bullying pero no por el síndrome de Tourette, sino por ser homosexual, y gracias o por desgracia de ese bullying pude tener muchísima fuerza mental para ocultar al máximo mis tics durante mi época escolar. Entonces, gracias al bullying por la homosexualidad, he podido retenerme en cuanto a tics en mi vida”, ha asegurado.
“Se puede gestionar para retener, luego te pueden salir más tics de golpe, pero se puede retener durante ‘x’ momento. Puedes estar quieto y no tener ningún tic, pero si ya tengo algún estímulo de adrenalina, de alegría, de diversión, pues se me acentúa más”, ha manifestado.
Al ser preguntado sobre los consejos que le daría a alguien que esté sufriendo ciberacoso, el ‘tiktoker’ ha recomendado que se rodee de la gente que le quiere, que le apoya, y que acuda a un psicólogo que le ayude a gestionar la situación”.
“LA GENTE ES ENVIDIOSA Y TE QUIERE VER BIEN PERO NO MEJOR QUE ELLOS”
“No es fácil de gestionar, no es nada fácil porque piensas que mucha gente te odia y eso en la mente puede jugarte malas pasadas. Que coja mucha fuerza de voluntad, que intente fijarse en los comentarios positivos y que reflexione mucho de lo que ha expuesto y por el cual la gente le está diciendo algo negativo. Si lo has hecho bien y no estás haciendo ningún mal y no estás dañando a nadie, para adelante. Sigue visibilizándolo, sigue exponiéndolo. La gente es muy envidiosa y la gente te quiere ver bien, pero no mejor que ellos”, ha advertido.
Aunque las redes sociales sean su fuente de ingresos, Jordi Rodríguez ha recomendado “100%” que los jóvenes se desenganchen un poco de las pantallas. “Va a sonar como muy hipócrita pero yo al final es mi trabajo, vivo de ello, no me puedo desenganchar ni un día porque al final es mi trabajo, pero la gente se puede desenganchar de las redes sociales y vivir la vida fuera de las redes, porque hay mucho más allá”, ha subrayado.
El joven, que cuenta con cientos de miles de seguidores en sus redes sociales, es consciente de la responsabilidad que tiene como creador de contenido al tener “un altavoz muy grande para visibilizar cualquier cosa”, por lo que tiene “mucho juicio” a la hora de publicar contenido.
“Siempre me puedo equivocar porque soy persona y eso la gente no lo acepta ni lo ve. Soy una persona normal que simplemente tengo muchos números en redes y llego a mucha gente. No me diferencia de ninguna otra persona. Pero también digo que para la gente menores de edad no es mi responsabilidad al cien por cien. La responsabilidad de lo que ven y consumen en redes sociales los menores de edad, principalmente, son de los padres, no es mía”, ha puntualizado.
Respecto a la cancelación que sufren personajes públicos, como la actriz Karla Sofía Gascón por unos tuits antiguos, el influencer ha defendido que “todo el mundo tiene derecho a segundas oportunidades y a equivocarse”.
“Somos personas, no somos robots. Si fuera un robot me cambias el cable, me cambias el tornillo y soy mejor. Nosotros tenemos huella digital, cosa que las personas anónimas no tienen, y eso a la larga la gente no se olvida, la gente se acuerda y me da rabia porque es como joder hay personas que han logrado mucho, muchísimas cosas y solo te fijas en un error. ¿Por qué no te fijas en toda mi evolución de mi huella digital, que he hecho mucho?”, ha concluido.
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