HUELVA, 8 (EUROPA PRESS)
Los espacios culturales de la ciudad romana de Arucci Turóbriga, en Aroche, y el Dolmen de Soto, en Trigueros (Huelva), han registrado un total de 14.048 visitas a lo largo del año 2024, lo que supone un descenso con respecto al número de personas que visitaron estos enclaves en 2023, cuando el dato fue de 14.925.
Así lo reflejan los datos publicados por la Junta de Andalucía, consultados por Europa Press, que indican que, en concreto, Turóbiga ha contabilizado 5.684 personas, mientras que 8.364 corresponden al Dolmen de Soto. Este descenso, que se refleja principalmente en el espacio dolménico, se debe a que ha permanecido cerrado al público por intervenciones de conservación desde el 24 de septiembre de 2024 y hasta hace apenas unas semanas.
De esta forma, es reseñable que hasta septiembre de 2024 el Dolmen de Soto recibiera 8.364 visitas, ya que supera en 1.671 personas el dato registrado hasta ese mes en 2023, cuando acudieron a este espacio cultural gestionado por la Junta de Andalucía 6.693.
Asimismo, este espacio situado en el municipio onubense de Trigueros superó las mil visitas en tres de los nueve meses que permaneció abierto durante 2024, siendo el de mayo, con 1.179, el que registró un mayor número, seguido de marzo, con 1.144 y abril con 1.011. De otro lado, los meses de septiembre y de junio se aproximaron a las mil visitas, con 944 y 940, respectivamente.
En el caso de Turóbiga, el mes en el que el enclave de Aroche recibió el mayor número de visitas fue el de octubre, con 994, seguida del mes de noviembre, con 710, y diciembre con 670. Esto supone un cambio con respecto a 2023, cuando el mes más visitado en ambos enclaves fue el de abril, con 958 y 838, respectivamente.
Por contra, agosto fue el mes en el que menos personas acudieron a la ciudad romana de Aroche, que registró 200 visitas, así como en el caso del Dolmen de Trigueros fue enero cuando recibió a un menor número de visitas, con 643.
TURÓBRIGA
El enclave de Turóbriga es visitable desde 2004. Es el único yacimiento de esta tipología abierto al público en la provincia de Huelva. Está gestionado directamente por el Ayuntamiento de Aroche, quien dirige la protección, conservación y socialización.
Además de las visitas en abierto, se organizan visitas para grupos o visitas especializadas, se reciben fam trip de empresas especializadas y se colabora en eventos como las Jornadas Europeas de Patrimonio. Por otro lado, el enclave acoge cada mes de julio el Festival de Diana, unas jornadas de cultura clásica con teatro, talleres, degustaciones de productos romanos y recreaciones históricas con gran rigurosidad.
Esto ha motivado la creación de un grupo municipal de recreación histórica, bajo el nombre de Baebia Crinita, con más de un centenar de arochenos que ensayan durante meses para recrear la vida cotidiana de esta ciudad en el siglo I-II d.C.
DOLMEN DE SOTO
El Dolmen de Soto, ubicado en la finca ‘La Lobita’ en término municipal de Trigueros, es una de las mayores construcciones megalíticas de Europa Occidental, y es el monumento prehistórico más importante de la provincia, uno de los de mayor tamaño de Andalucía y de los más impactantes ejemplos del neolítico en el sur de la península.
Datado entre el 3000 y 2500 a.c., el Dolmen de Soto es un monumento megalítico funerario de corredor de la Edad de Cobre. Además, forma parte de las construcciones dolménicas del occidente europeo y puede ser clasificado dentro del tipo de corredor y cámara en “V”. Se halla cubierto por un túmulo y tenía un anillo perimetral de piedra que lo delimitaba.
Su estructura está conformada por una serie de dólmenes sucesivos formados por pilares como soportes verticales y losas de cubierta, todos ellos de arenisca y pizarra, y también de caliza y conglomerado de la zona, aunque de algunas de ellas la cantera más cercana se halla a unos 40 kilómetros de distancia, como en Tejada (Paterna-Escacena del Campo) y son de grandes proporciones y peso.
La propiedad del Dolmen de Soto es pública, dependiente de la Delegación Provincial de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que lo adquirió en 1987. Declarado Monumento Nacional en 1931.
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