
SEVILLA, 6 (EUROPA PRESS)
La consejera de Salud y Consumo, Rocío Hernández, ha presentado este jueves en el Pleno del Parlamento de Andalucía las novedades del Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores de la Fiebre del Nilo Occidental (FNO) para la temporada 2025 que incluye una simplificación de la clasificación del riesgo a principios de temporada en tres niveles (bajo, medio y alto), que afectará a todos los municipios de Andalucía, en tanto que “ningún municipio andaluz está exento del riesgo de circulación del virus del Nilo occidental a corto, medio o largo plazo”.
Así lo ha puesto de manifiesto la consejera del ramo en la sesión ante una pregunta de la parlamentaria ‘popular’ María Remedios Olmedo Borrego, donde ha explicado que el objetivo de esta actualización del Programa es “aumentar la asistencia a los ayuntamientos y diputaciones a prepararse para el control de vectores; identificar precozmente la llegada del virus; movilizar a otros actores de la salud y comunicar y acompañar mejor a la población en caso de situación de alerta”.
También, la titular de Salud y Consumo ha destacado que la simplificación de la clasificación del riesgo a principio de la temporada en tres niveles “se traducirá en una vigilancia y un control más exigentes a medida que el riesgo sea mayor”. Además, ha subrayado que “se introduce la noción de ‘área en alerta’, de carácter temporal, en los casos de evidencia del virus cercano a núcleos de población, a menos de 1,5 kilómetros de distancia, durante la temporada en curso”, durante la que, a su juicio, “habrá una intensificación de las medidas de intervención, vigilancia y sensibilización ciudadana”.
Igualmente, Hernández ha señalado que se aumentan los municipios que estarán en riesgo medio y alto, y en los que se acentuarán las medidas de vigilancia y control. “La comunicación del nivel de riesgo a los municipios se está realizando desde principios de marzo”, ha añadido.
Por otro lado, la consejera ha puesto de manifiesto durante su intervención que el programa mejora el “modelo predictivo” para valorar el riesgo de circulación del VNO, integrando el diseñado por el CSIC-Doñana, al que se han sumado los datos propios de la Consejería, así, se han incluido nuevas variables como el uso del suelo, aves infectadas o presencia de vectores, entre otros.
Otra de las novedades es que el programa tendrá una duración anual con una evaluación de la temporada en otoño, preparación de la nueva temporada en invierno, realización de los primeros tratamientos larvarios y puesta de trampas en invierno-primavera y refuerzo de la vigilancia desde finales de primavera y durante todo el verano.
Del mismo modo, ha detallado que se amplía la vigilancia entomológica, basada en trampeo de mosquitos y búsqueda de virus mediante PCR, tanto en número de trampas como en territorio cubierto y en tiempo. Por ello, Hernández ha destacado que así se pasa de 27 a 120 trampas, se incluyen todas las provincias andaluzas y se empieza en mayo, un mes antes que en 2024 y dos antes que en 2023. También se amplía la vigilancia humana para la búsqueda de casos leves, con formas no neuroinvasivas, en las zonas de riesgo alto, según ha añadido.
Ha destacado también la movilización de todos los actores de la promoción de la salud y la prevención de la Consejería de Salud y Consumo (enfermeras de Familia y Comunitaria, Relas -Red Local de Acción en Salud- y farmacias) en los municipios de riesgo alto y la creación de un segundo laboratorio de referencia en Andalucía, en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, que se suma al del Hospital Universitario Virgen de las Nieves, “esto permitirá una mayor capacidad y rapidez en la respuesta diagnóstica”, afirma la consejera.
Además, ha indicado que se ha reforzado la coordinación con las otras administraciones a través de mesas de trabajo de preparación de la temporada desde el invierno; y el apoyo a los ayuntamientos a través de más visitas de los agentes de salud pública a los municipios afectados desde marzo. “También se mejora el plan de comunicación a la población, para que sea una parte activa de la vigilancia y del control de vectores”, ha subrayado la consejera de Salud y Consumo.
De este modo, Hernández ha señalado que la Consejería de Salud y Consumo ha movilizado 1,2 millones de euros para la ampliación de la vigilancia y control de vectores, a lo que “hay que añadir otras partidas presupuestarias, destinadas a la creación del segundo laboratorio, la movilización de agentes de salud pública o la movilización de profesionales sanitarios y no sanitarios”.
SOBRE LA NECESIDAD DE ACTUALIZAR EL PROGRAMA
Al respecto, la Junta ha aseverado que la distribución y abundancia de las especies de mosquitos “es consecuencia de las condiciones ambientales y, por lo tanto, se ven afectadas por las variaciones climáticas y meteorológicas”, destacando que la incidencia y distribución de enfermedades transmitidas por vectores “están aumentando debido a las modificaciones de las condiciones ambientales motivadas por el cambio climático”.
Según Hernández, en Andalucía concurren varias circunstancias que la hacen “más sensible” a la proliferación y mantenimiento de varios géneros de mosquitos, entre ellos el género culex, transmisor del virus del Nilo occidental como la existencia de humedades naturales y marismas, paso obligado para millones de aves migratorias, la presencia de grandes láminas de agua antropogénicas temporales (arrozales), un clima templado con inviernos cada vez más suaves y la presencia de especies de mosquitos del género culex tanto en zonas húmedas como en zonas urbanas.
Desde su primera detección en humanos en 2010, el VNO puede considerarse actualmente un virus endémico en la zona occidental de Andalucía con una expansión al resto de la Comunidad a través de aves autóctonas. La situación epidemiológica del VNO en Andalucía ha ido cambiando a lo largo de los años, siendo el número de casos humanos en los años 2020 y el 2024 el más elevado de la serie histórica.
Según indica la Junta, en el año 2024 se notificaron 107 casos confirmados, principalmente entre los meses de julio y octubre. Se diagnosticaron casos humanos en todas las provincias andaluzas excepto en Granada y Almería. Al igual que ocurriera en el año 2020, Sevilla, con 93 casos, sigue siendo la provincia más afectada. De estos 93 casos, 68 se concentran en cuatro municipios: 28 en Coria del Río, 21 en Dos Hermanas, 10 en La Puebla del Río y nueve en Los Palacios y Villafranca.
Asimismo, ha apuntado que durante la temporada de 2024 se realizaron multitud de acciones entre las que destacan, entre otras, las más de mil actuaciones de verificación realizadas por los Agentes de Salud Pública en los municipios para asesorar, vigilar y colaborar con las actuaciones municipales; las múltiples reuniones con las Diputaciones Provinciales de las provincias más afectadas; la realización de visitas semanales a los ayuntamientos de los municipios más afectados por parte de los técnicos de la Consejería de Salud y Consumo para valorar los diferentes escenarios y proponer actuaciones que mejoren la situación epidemiológica.
También ha destacado la revisión al final de la temporada de las medidas aplicadas para identificar las áreas de mejora en la que han participado todas las partes implicadas: diputaciones, municipios, empresas de servicios biocidas, agentes de salud pública, otras administraciones y expertos entomólogos, etc.
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