PAMPLONA, 6 (EUROPA PRESS)
Los grupos de PSN, EH Bildu y Geroa Bai han aprobado este jueves en el pleno del Parlamento de Navarra, sin sumar más apoyos, la modificación legal con la que quieren poner en marcha el acuerdo que han alcanzado para la resignificación del monumento a los Caídos de Pamplona.
Contigo-Zurekin, socio de PSN y Geroa Bai en el Gobierno de Navarra, ha votado en contra. También han rechazado la proposición UPN, PPN y Vox.
La iniciativa aprobada en el Parlamento modifica la ley foral de reconocimiento y reparación moral de las ciudadanas y ciudadanos navarros asesinados y víctimas de la represión a raíz del golpe militar de 1936.
Por medio del cambio aprobado este jueves, se añade a la ley una disposición adicional que establece que el monumento a los Caídos “refleja, incluso tras las exhumaciones y la eliminación de la mayor parte de la simbología propia de la época franquista, la propaganda totalitaria de exaltación al alzamiento fascista y al régimen franquista que le siguió durante casi 40 años”.
Tras ello, recoge que “los usos vinculados a este monumento solo podrán destinarse a dar a conocer los motivos y circunstancias en que se produjeron las graves violaciones de derechos humanos ocurridos en la guerra y en la dictadura, así como a reflexionar y alertar a la sociedad sobre los riesgos y peligros de las nuevas formas de fascismo en cuanto que colisionan con la democracia, la diversidad y la justicia social, poniendo en valor la convivencia y el respeto a los derechos humanos”, “todo ello sin perjuicio de la autonomía municipal relacionada con los objetivos de esta ley foral”.
Por último, se incluye en la disposición adicional que “se deberán retirar aquellas partes simbólicas que supongan la exaltación de la victoria del régimen franquista y ocultar las pinturas del interior de la cúpula”.
Contigo-Zurekin ha presentado enmiendas encaminadas a pedir el derribo del monumento a los Caídos, en el sentido de lo planteado por asociaciones memorialistas, pero no ha recabado ningún apoyo. Contigo-Zurekin también ha pedido que la votación se hiciera de forma nominal por llamamiento, pero esta petición tampoco ha sido aceptada. Al debate de la ley, que ha sido tramitada por la vía de urgencia, han acudido representantes de los colectivos de memoria.
La parlamentaria del PSN Inma Jurío ha indicado que el objetivo de la proposición es “acabar con la situación en la que se encuentra un edificio que se construyó para la exaltación del régimen franquista y sobre el que prácticamente en 50 años de democracia no se ha realizado casi ninguna actuación que sea acorde con la realidad actual en la que vivimos y que se realice en favor de la memoria y de la dignidad de las víctimas”. En contra del derribo, Jurío ha planteado que “eliminar toda la huella del pasado puede suponer perder una oportunidad para aprender de él y enseñar la historia” y ha afirmado que la resignificación planteada es “una conservación crítica que implica una pluralidad de intervenciones en el monumento dirigidas claramente a desautorizarlo”.
El portavoz de UPN, Javier Esparza, ha señalado que esta proposición es “excluyente porque se hace sin buscar consensos y se hace sin participación, y porque pretende resignificar un edificio para un único uso, solo para ese uso, es decir, la memoria de las víctimas del franquismo, en lugar de buscar acompañar ese uso de otros usos que puedan dar una mayor apertura de este edificio al conjunto de los ciudadanos”. Además, ha considerado “gravísimo que EH Bildu lidere esta iniciativa, es detestable, es denunciable”. “EH Bildu no puede liderar la lucha contra el fascismo hasta que no deje de tener rasgos antidemocráticos y fascistas”, ha asegurado.
Por parte de EH Bildu, Arantxa Izurdiaga ha destacado que la ley planteada por los tres grupos busca transformar el uso del monumento a los Caídos y “destinarlo a dar a conocer los motivos y circunstancias en que se produjeron las graves violaciones de derechos humanos ocurridos en la guerra y en la dictadura”. Izurdiaga ha añadido, “desde el más profundo respeto a las asociaciones memorialistas”, que “no hay una mayoría política suficiente que respalde la posibilidad del derribo”, lo que, unido a las “dificultades jurídicas existentes”, hacen “inviable la opción del derribo”.
Desde Geroa Bai, el parlamentario Mikel Asiain ha señalado que la proposición de ley foral pactada entre PSN, EH Bildu y Geroa Bai representa “un acuerdo de mínimos” que “posiblemente no nos convence a todos y todas como nos gustaría, pero lo cierto es que es positivo porque nos permite avanzar y alcanzar un cierto consenso social y político en torno a ese monumento franquista, cuya única finalidad fue ensalzar los valores fascistas y franquistas en sí mismo y que no aporta nada a Pamplona”.
El portavoz del PPN, Javier García, ha afirmado que “después de 50 años de la muerte de Franco, la existencia en el centro de Pamplona de un monumento levantado en 1942, en el que se han llevado a cabo diversas actuaciones a lo largo de los diferentes años para el borrado de la simbología franquista, no se encuentra entre los principales problemas del conjunto de los navarros”. Así, ha asegurado que este debate “no está en la calle o en las preocupaciones de los ciudadanos navarros”. Además, ha subrayado que EH Bildu “no está legitimado para dar ninguna lección de tolerancia”.
El parlamentario de Contigo-Zurekin Carlos Guzmán ha afirmado que este jueves “escribimos una de las páginas más oscuras de la historia reciente de este Parlamento”. “Sentimos mucho dolor, porque buena parte de los hombres y mujeres que formamos parte de esta coalición somos también familiares directos de víctimas del franquismo. No somos capaces de comprender cómo, existiendo una mayoría progresista en el Ayuntamiento de Pamplona, en este Parlamento y en el Congreso, se apuesta por perpetuar ese símbolo que únicamente se edificó para honrar a quien fusiló a nuestros bisabuelos y durante largos años torturó a nuestros abuelos”, ha lamentado. Dirigiéndose a la presidenta María Chivite y a la vicepresidenta Ana Ollo, ha planteado si “no hay nadie lo suficientemente valiente” en el Gobierno para “escuchar” a las asociaciones memorialistas.
La portavoz de Vox, Maite Nosti, ha indicado que este debate es “una pérdida de tiempo” y ha considerado que “lo que tienen que hacer este Gobierno y sus socios es ocuparse de los problemas de los navarros actuales, que son la excesiva cantidad de impuestos y la vivienda, la sanidad y la seguridad”. “Ocúpense de lo que realmente nos debemos ocupar, no de cosas pasadas que ya a nadie nos interesan”, ha señalado.
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