MADRID, 06 (SERVIMEDIA)
El precio de venta al público (PVP) de la bombona de butano subirá a partir de ahora un máximo de 20 céntimos de euro por bimestre sobre el sistema actual de determinación de precios, que admite oscilaciones del 5% al alza o a la baja.
Así lo establece una orden publicada este jueves en el BOE por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, por la que se actualiza el sistema de determinación automática de precios máximos de venta, antes de impuestos, de los gases licuados de petróleo envasados, lo que se conoce popularmente como la bombona de butano.
El PVP máximo de la bombona de butano no está liberalizado. Desde 2015 su valor se revisa bimestralmente, en función del coste de la materia prima (el propano y el butano), el transporte (los fletes) y el tipo de cambio euro-dólar.
Este cambio bimestral está limitado al 5% al alza o a la baja, acumulándose el exceso o el defecto para su aplicación en posteriores revisiones, al objeto de tener precios más estables y modular la incidencia sobre los consumidores.
Según explica el ministerio en un comunicado, “el nuevo sistema actualiza los costes de comercialización, lo que servirá para retribuir adecuadamente la actividad de distribución, garantizando el abastecimiento de los consumidores, con una incidencia limitada en el precio final de las bombonas”.
RECOMENDACIONES DE LA CNMC
El nuevo modelo recoge las recomendaciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), actualizando partidas cuyas referencias habían quedado desfasadas, como costes de personal, conservación, mantenimiento o arrendamientos, e introduciendo otros elementos para hacer frente a nuevas necesidades.
De haberse aplicado la nueva metodología en la revisión del pasado enero, la subida sería equivalente a 1,36 euros por bombona, un 8,1% más que el PVP vigente, pero menos de una tercera parte del 26% de aumento del IPC registrado desde 2015, año de la última actualización.
La orden también incluye otras medidas solicitadas por el sector de la distribución, el más perjudicado por la transformación del mercado, como aumentar de 48 a 72 horas el plazo máximo de entrega de las bombonas, lo que permitiría reducir costes en ámbitos rurales dispersos.
La Federación Española de Distribuidores de Gases Licuados del Petróleo (Fedglp) amenazó en fechas recientes con huelga en el reparto de butano a domicilio, ante lo que consideraba falta de respuesta del Gobierno a su petición de una modificación de la normativa que regula el precio máximo del GLP envasado.
la patronal pedía que la actualización reflejara “de manera realista los incrementos en los costes operativos que enfrentan los distribuidores, en lo referente al transporte, el almacenamiento y la logística de distribución, así como el resto de los costes de comercialización”. Por otro lado, para minimizar el riesgo de futuros desfases, la orden plantea que la CNMC revise la fórmula de cálculo del PVP de la bombona cada tres años, empezando en 2026.
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