
Señala que en momentos de crisis climática “se intensificaban las acusaciones de brujería”
BARCELONA, 5 (EUROPA PRESS)
Un estudio, en el que ha participado la Universitat de Barcelona (UB), ha revelado el “impacto histórico” del clima en los conflictos humanos y que su influencia puede alterar la paz y la seguridad globales.
Publicado en la revista científica ‘Ambio’, ha desvelado que los efectos del cambio climático “no se limitan solo al aumento de temperaturas o a la proliferación de fenómenos meteorológicos extremos”, informa la UB en un comunicado este miércoles.
El artículo surge de una colaboración internacional entre unos 20 expertos en historia, geografía, arqueología y estudios de paz y conflicto, y en el estudio participan tres investigadores de la UB: Agustí Alcoberro, Mariano Barriendos y Pau Castell.
La investigación evidencia que los episodios climáticos extremos –sequías prolongadas, inundaciones o cambios repentinos de temperaturas– han tenido “un papel significativo en el estallido” de tensiones sociales y conflictos armados.
HALLAZGOS
Uno de los casos analizados se centra en la Catalunya del siglo XVII, un periodo marcado por graves inundaciones y episodios de sequía, y estas adversidades se produjeron en un “contexto de tensión social creciente y una ola de persecuciones por brujería”.
En este sentido, Alcoberro y Castell han documentado cómo, en momentos de crisis climática, “se intensificaban las acusaciones de brujería, frecuentemente dirigidas contra mujeres, como forma de canalizar el descontento social”.
Según Alcoberro, en la segunda y tercera década del siglo XVII confluyen dos realidades diferentes: la pequeña edad de hielo que se había iniciado en torno al 1580 y la extensión del concepto moderno de brujería que “culpa al demonio y a las brujas de los fenómenos atmosféricos extremos, como tormentas, granizo o nieblas densas”.
El estudio también revisa otros casos históricos, como la crisis del imperio hitita hace más de 3.000 años, vinculada a una “grave caída de la producción agrícola por cambios climáticos, o las revueltas campesinas en la China del siglo XIX, agravadas por periodos de sequía extrema.
CUENCA MEDITERRÁNEA
El estudio destaca que la cuenca mediterránea “ha sido, y sigue siendo, una de las regiones más vulnerables a efectos del cambio climático”.
“Históricamente, la escasez de agua, la presión sobre los recursos naturales y la variabilidad climática han generado tensiones que, en varios casos, han derivado en conflictos armados o en episodios de violencia social”, señala el estudio.
Los autores del artículo advierten que el Mediterráneo se ve actualmente expuesto a una combinación similar de presiones ambientales y socioeconómicas, y advierte de que “sin una adecuada gestión, estas dinámicas podrían reproducirse en el futuro”.
Con este estudio demuestran que, aunque el clima puede actuar como desencadenante, “la gravedad y la persistencia de los conflictos dependen en gran medida de las respuestas institucionales, la capacidad de adaptación de las comunidades y la gestión de los recursos”.
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