MADRID, 04 (SERVIMEDIA)
El Consejo de Ministros aprobó este martes el Plan Nacional de Vigilancia Sísmica, Volcanológica y de Otros Fenómenos Geofísicos que contempla el desarrollo de 58 medidas para reforzar las redes de vigilancia y detección de fenómenos naturales destructivos, como los terremotos, las erupciones volcánicas, los tsunamis o tormentas espaciales, y para mejorar los sistemas de comunicación y respuesta, ahondando en la coordinación entre las distintas administraciones.
El plan, elaborado por el Instituto Geográfico Nacional (IGN), nace impulsado por la erupción del volcán de la isla de La Palma ocurrida en 2021 y otras crisis sismo-volcánicas precedentes, con una vigencia cuatrienal.
Los beneficios del pPlan para el periodo 2025-2028 serán múltiples, según explica el Gobierno, ya que se impulsarán mejoras tecnológicas, la densificación de redes de vigilancia, se reforzará la eficiencia en la gestión de recursos y la atención a riesgos emergentes, así como la comunicación de alertas y el progreso en resiliencia comunitaria.
El Gobierno destaca que el buen funcionamiento de los sistemas de vigilancia y alerta con lo sucedido en La Palma permitió una óptima gestión de la emergencia. Al mismo tiempo, se constató la importancia de fortalecer la colaboración de todas las instituciones competentes.
El ministerio creó un grupo de trabajo presidido por el IGN para preparar la propuesta del Plan que constituyó, a su vez, cinco subgrupos para abordar los cinco peligros considerados: sísmico, volcanológico, tsunami, inestabilidad del terreno y meteorología espacial (tormentas y eventos geomagnéticos). En la elaboración han participado un total de 54 entidades académicas, científico-técnicas y administraciones públicas.
Este hecho ha supuesto un esfuerzo sin precedentes de planificación con el fin de reforzar la seguridad nacional, ya que España es un país con un nivel de actividad sísmica y vulcanológica que exige vigilancia y control.
En el marco del Plan, la Red Sísmica Nacional prevé desarrollar herramientas basadas en Inteligencia Artificial (IA) para mejorar las alertas tempranas en caso de terremotos, que son mucho más difíciles de gestionar o predecir. Por otro lado, se promueve la reparación y la respuesta eficiente a través de la mejora en la coordinación interinstitucional y el fortalecimiento de las políticas públicas.
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