PALMA, 3 (EUROPA PRESS)
Un hombre ha negado este lunes en la Audiencia Provincial haber abusado sexualmente de una amiga de su hija, cuando aquella tenía 11 años un día que durmió en su casa, y ha añadido que “no se le ocurriría una aberración así”, en relación a la posibilidad de que se hubiera masturbado en la habitación de las niñas.
El juicio se ha celebrado este lunes en la Sección Primera de la Audiencia Provincial y en la vista el procesado, guardia civil de profesión, ha negado en varios momentos las acusaciones y ha atribuido la denuncia a una invención o a que hubiera tenido algún problema con su hija.
“Lo habría soñado”, ha recordado que le dijo al padre de la víctima, que tampoco creyó a la menor y que le aseguró que no le iban a denunciar, cuando éste le comentó “serio y tranquilo”, según ha recordado, que su hija le había dicho que el acusado le había tocado los pechos una vez que durmió en su domicilio en junio de 2020.
El hombre ha admitido que la noche que la amiga de su hija se quedó a dormir en su domicilio él entró en la habitación en alguna ocasión “porque no se callaban”.
En otro momento de la vista, una técnico de la Unidad Terapéutica de Abuso Sexual Infantil (Utasi) que está tratando a la menor ha señalado que la chica, que tiene ahora 16 años, presenta síntomas de estrés postraumático.
Según ha explicado, tiene frecuentes pesadillas y sufre inseguridad y ha sufrido miedo a encontrarse con el acusado y “está siempre alerta”. Según ha añadido, su padre refirió que durante mucho tiempo rehuyó cualquier contacto de afecto. Estos síntomas se han recrudecido en las semanas previas al juicio.
La adolescente ha declarado de manera telemática desde otra sala de la Audiencia.
Los hechos juzgados se remontan a junio de 2020, una noche en la que la niña, que tenía en aquel momento 11 años, se quedó a dormir con su hija en su domicilio de Palma.
El hombre se enfrenta a una condena de cuatro años de prisión. Según expone la Fiscalía en su escrito de acusación, los hechos tuvieron lugar en el domicilio del procesado en una hora no determinada entre las 22.00 y las 00.00 horas del 27 de junio de 2020.
El hombre, de 48 años, aprovechó que la víctima, que entonces tenía 11 años, se había quedado a dormir en su piso, ubicado en Palma, para realizarle tocamientos de carácter sexual mientras ésta dormía. Pasados unos minutos de la primera agresión, el acusado volvió a entrar en la habitación en la que se encontraba la menor e intentó continuar con los tocamientos. No obstante, la niña se despertó y lo impidió.
El hombre fue detenido un mes después y estuvo privado de libertad un solo día. A consecuencia de estos hechos y ante el temor de que pudieran volver a suceder, indica la fiscal, la víctima ha sufrido episodios de ansiedad.
La representante del Ministerio Público considera que los hechos son constitutivos de un delito de abuso sexual –al haberse cometido antes de la reforma legislativa de 2022, que tipifica como agresión sexual cualquier acto que atente contra la libertad sexual de una persona sin su consentimiento– e interesa que el acusado sea condenado a una pena de cuatro años de prisión y al pago de una indemnización de 10.00 euros.
Asimismo, solicita que el tribunal le imponga una orden de alejamiento de 500 metros respecto de la víctima y la prohibición de comunicarse con ella durante los próximos 10 años.
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