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En Madrid, la investigación ha analizado los hogares de Vallecas, San Blas y el Distrito de Usera
MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
Un proyecto internacional “pionero” en Europa coordinado por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) busca soluciones que ayuden a combatir el calor en los hogares en verano, ante los episodios extremos “cada vez más frecuentes”.
Esta investigación, conocida como COOLTORISE, ha recibido financiación de la Comisión Europea, dentro del Horizonte 2020, convirtiéndose en el primer proyecto de este tipo en recibir fondos europeos. Durante cuatro años, el proyecto ha buscado fórmulas alternativas para reducir el calor en los hogares y minimizar el gasto energético.
“Los episodios de calor extremo en verano son cada vez más frecuentes y se han convertido en una verdadera preocupación para un porcentaje de la población europea, especialmente mujeres y mayores, que más allá de las molestias que pueden suponer las altas temperaturas para nuestra comodidad, se encuentran en una situación de pobreza energética que les hace imposible climatizar sus casas para hacerles frente”, ha explicado la UPM en un comunicado.
De este modo, según ha detallado la profesora de la ETSAM- UPM y coordinadora del proyecto, Carmen Sánchez-Guevara, la finalidad del proyecto es “atenuar” los riesgos para la salud de la exposición a las altas temperaturas, sobre todo, en los colectivos identificados como “más vulnerables”.
LAS MUJERES SON EL COLECTIVO MÁS AFECTADO
Una de las claves de la pobreza energética identificadas en este proyecto europeo es que “no afecta a todo el mundo por igual” y que las personas mayores, las mujeres, madres solteras, inmigrantes o los habitantes con bajos ingresos son los más vulnerables ante el calor extremo.
Las zonas de actuación en Madrid han abarcado Vallecas, San Blas y el Distrito de Usera, donde se detectó una “mayor concentración de vulnerabilidad social” y un efecto isla de calor más pronunciado que en otras zonas de la capital.
“En Madrid, en las zonas estudiadas, el 22,7% de los hogares sufren pobreza energética, pero este porcentaje asciende al 41% en el caso de familias monomarentales, al 39% si se trata de hogares donde vive una mujer sola mayor de 65 años, y al 27% si hablamos de hogares con mujer como sustentadora principal. Este fenómeno, conocido como la feminización de la pobreza energética, refleja la carga desigual que enfrentan las mujeres al gestionar recursos limitados en contextos de calor extremo”, ha explicado la investigadora de la UPM.
‘KITS’ DE LUCHA CONTRA EL CALOR Y TALLERES
Con el objetivo de revertir este fenómeno COOLTORISE diseñó actividades inclusivas que han permitido conciliar vida laboral y familiar, como talleres flexibles y con espacios paralelos para la infancia. Asimismo, el proyecto desarrolló acciones con las familias para enseñar un uso eficiente de la ventilación natural y técnicas de sombreado o talleres para comprender las facturas energéticas y mejorar la eficiencia del consumo.
En este sentido, los investigadores también distribuyeron a los participantes ‘kits’ de lucha contra el calor, con elementos de bajo coste y alta efectividad ante el calor y pobreza energética como filtros solares, persianas, ventiladores, bombillas LED y enchufes temporizadores, así como un sistema de alertas para gestionar los episodios de calor extremo.
“Según las predicciones meteorológicas locales, las alertas se activaban cuando se acercaba un episodio de ola de calor o de noche tropical. En tales casos, se enviaban mensajes a los dispositivos de los usuarios con consejos para combatir el calor en el hogar, además de información sobre los servicios disponibles”, ha detallado la investigadora de la UPM.
Dentro de estas acciones, también se llevó a cabo la creación de refugios climáticos diseñados con la vecindad para generar espacios frescos en espacios exteriores. “Este enfoque participativo no solo garantiza mejores resultados, sino que también rescata el saber popular asociado a la cultura del calor, integrando prácticas tradicionales en las estrategias actuales de adaptación”, ha afirmado la UPM.
Con estas iniciativas, los investigadores han constatado “mejoras significativas” para los hogares participantes, por lo que animan a seguir trabajando en la misma dirección. “Se han conseguido buenos resultados promoviendo el uso de estrategias de climatización pasiva como alternativa al aire acondicionado”, ha concluido Sánchez.
Finalmente, la universidad madrileña ha señalado que el proyecto COOLTORISE, desarrollado entre 2021 y 2024 en Madrid, Barcelona, Grecia, Italia y Bulgaria, ha contado con la participación de entidades como la Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD), Ecoserveis y socios internacionales.
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