MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Estados Unidos ha condenado “en los términos más enérgicos posibles” la deportación por parte de las autoridades de Tailandia de 40 ciudadanos uigures que llevaban más de una década detenidos a China, alegando que Pekín ha llevado a cabo una campaña de persecución, trabajos forzados y tortura contra esta minoría.
“Como aliado de Tailandia desde hace mucho tiempo, nos alarma esta acción, que corre el riesgo de contravenir sus obligaciones internacionales en virtud de la Convención de la ONU contra la Tortura y la Convención Internacional para la protección de todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas”, reza un comunicado del Departamento de Estado.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, ha considerado que “este acto contracide la larga tradición del pueblo tailandés de proteger a los más vulnerables y es incompatible con el compromiso de Tailandia de proteger los Derechos Humanos”, mientras que ha instado a “todos los gobiernos de países donde los uigures buscan protección a que no devuelvan por la fuerza a los uigures a China”.
Asimismo, ha exhortado a las autoridades chinas a que proporcionen “pleno acceso” para verificar periódicamente el bienestar de los uigures que han regresado y ha afirmado que el Gobierno tailandés “debe insistir y verificar plenamente y de forma continua que las autoridades chinas protejan los Derechos Humanos de los uigures”.
Por último, ha recordado que “China, bajo la dirección y control del Partido Comunista Chino, ha cometido genocidio y crímenes contra la humanidad contra los uigures predominantemente musulmanes y otros miembros de grupos minoritarios étnicos y religiosos” en la región autónoma de Sinkiang.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) criticó las deportaciones y recordó que los individuos afectados habían manifestado de manera expresa su temor a volver a China. Por su parte, la directora de Amnistía Internacional para China, Sarah Brooks, tachó de “terriblemente crueles” estos “traslados forzosos”, entre otras cosas porque expone a los uigures a “graves violaciones de los Derechos Humanos” en un país del que huyeron para escapar de la “represión”.
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