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PALMA, 27 (EUROPA PRESS)
El Consell de Mallorca, a través del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS), ha puesto en marcha una nueva edición del curso de inserción social y laboral Eines, del que este año se beneficiarán seis personas con discapacidad intelectual de entre 18 y 50 años.
La institución insular organiza este curso desde hace 11 años con el que trata de fomentar la inserción de estas personas al explorar en profundidad todos los aspectos relacionados con su entorno, aptitudes y aspiraciones, con el objetivo de que “puedan acceder a empleos estables, cualificados y acordes con sus intereses particulares”.
En una nota de prensa, el Consell ha explicado que los participantes asistirán a este curso que dura nueve meses y combina una parte teórica, con una parte práctica y remunerada que se lleva a cabo en otros centros, programas o servicios del IMAS.
“Trabajar en red con otros servicios comunitarios, como se hace con el programa Eines, permite establecer un abanico de diferentes prestaciones y servicios en torno a la persona usuaria”, ha indicado el conseller insular de Bienestar Social y presidente del IMAS, Guillermo Sánchez.
Este curso propone un itinerario formativo y laboral para personas con diversidad funcional a través de una actividad que no ofrecen las entidades del tercer sector social y de la que se benefician tanto los alumnos, que se forman y trabajan en un campo que les gusta y han elegido, como la propia administración, ya que las tareas de mantenimiento o mejora se realizan en los centros o en los domicilios de personas usuarias de otros servicios nuestros, como el Servicio de Atención Integral a Domicilio (SAID), que “cuentan con pocos recursos económicos y necesitan realizar trabajos de adaptación o mantenimiento en sus hogares”.
El IMAS ha organizado, como cada año, una convocatoria de este curso que ofrece formación en una línea diferente a las que habitualmente se ofrecen dentro del mercado formativo especializado para personas con discapacidad, como pueden ser cocina, agricultura o limpieza.
La directora insular de Personas con Discapacidad, Maria Francesca Rigo, ha apuntado que las tareas de mantenimiento son “muy demandadas” y las personas con discapacidad son “perfectamente capaces de desarrollarlas”.
El equipo formativo está integrado por una educadora social y una pedagoga, que trabajan la parte de orientación laboral, junto con un maestro de taller, encargado de la formación específica. En concreto, se trabajan los módulos de mantenimiento eléctrico, fontanería, construcción, carpintería, jardinería, orientación y riesgos laborales. Una vez los alumnos han adquirido las competencias mínimas, comienza la parte práctica.
El curso, que también incluye el seguimiento psicosocial de los participantes, dota a los alumnos de las habilidades necesarias para poder acceder al mercado laboral mediante la obtención de un diploma acreditativo con las horas cursadas y el temario alcanzado.
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