MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
El radiólogo abdominal Rubén Molina, del Hospital de Manises (Valencia) y miembro de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), ha advertido que las urgencias ginecológicas y relacionadas con la mujer suelen llegar “mal enfocadas” al departamento de Radiología.
“El hecho de que los ginecólogos dispongan de ecógrafos propios e incluso en algunos servicios de Urgencias hace que se remitan pacientes a los servicios de radiología para completar estudios no adecuadamente orientados o directamente, a través de peticiones de pruebas complementarias superiores”, ha explicado.
Según ha manifestado, este hecho, junto a algún “déficit” en la transmisión de información clínica relevante, resulta un “factor de distracción” para llegar a un adecuado diagnóstico en el campo de la urgencia ginecológica y obstétrica.
Por ello, ha señalado que, en las urgencias ginecológicas, el conocimiento en profundidad de las mismas y de las diferentes técnicas de imagen que tienen los radiólogos es lo que les da “ventaja” respecto al resto de especialista. Como ejemplo, ha indicado que, en el embarazo, aunque habitualmente se empieza con ecografía, si existen dudas lo más recomendable es que se realice una resonancia magnética (RM), porque así se evitará irradiar a la paciente.
Molina ha precisado que la tomografía computarizada (TAC) también puede usarse en el embarazo, pero hay que ser “muy cuidadoso” con ello, ya que es una prueba con radiación ionizante que implica directamente al abdomen y durante el primer trimestre de la gestación el feto es especialmente sensible a la misma por lo que ha destacado que, para determinar su uso, hay que evaluar el beneficio-riesgo.
“No hay que olvidar que en el caso de las embarazadas y puérperas clínicamente existe un estado de leucocitosis y procoagulabilidad, con aumento fisiológico de los valores de D-dímeros, que puede enmascarar algunos cuadros trombóticos o infecciosos y hacer necesarias de pruebas de imagen resolutivas ante la presencia de dudas clínicas diagnósticas razonables”, ha añadido Molina.
El especialista ha alertado de que las consecuencias de un mal diagnóstico de la patología ginecológica, obstétrica o puerperal pueden ser graves, como lo son en el contexto agudo las hemorragias de los embarazos ectópicos rotos o las puerperales, ambas importantes causas de mortalidad materno-fetal. El mal diagnóstico también puede impactar en la morbilidad en el medio y largo plazo.
TIPOS DE URGENCIAS EN EL EMBARAZO Y PUERPERIO
Sobre las urgencias ginecológicas más frecuentes en el embarazo, Molina ha apuntado al cólico nefrítico, que suele aparecer en el tercer trimestre, al cuerpo lútero hemorrágico y a la torsión anexial, que pueden aparecer a lo largo del embarazo. Otras urgencias específicas de este periodo son el embarazo ectópico, que sucede en el primer trimestre, la rotura uterina, el síndrome de HELLP y la patología placentaria relacionada con la placenta previa, común en el tercer trimestre.
En cuanto al puerperio, la patología general también ocurre al igual que en el embarazo, pero también aparecen patologías específicas, especialmente dentro del espectro de la fiebre puerperal como la endometritis y sus complicaciones como la tromboflebitis séptica puerperal, así como en relación a complicaciones de la cesárea en los partos no vaginales.
“En este periodo también existe un aumento de incidencia de trastornos de coagulación, tanto de trombosis como de hemorragia, siendo esta última la causa más frecuente de muerte materna en el periodo perinatal cuando es precoz y masiva”, según ha puntualizado el experto.
En este escenario, ha detallado que el papel que desempeñan los radiólogos es considera “muy importante” para determinar si existe un sangrado activo en los casos de la hemorragia puerperal que no responden al tratamiento conservador y, en caso de que se encuentre este sangrado activo, realizar la embolización para cortar la hemorragia y evitar la histerectomía.
“Es imprescindible conocer bien la patología a la que nos enfrentamos, saber manejar bien las técnicas de imagen, tener en cuenta la radiación, el beneficio-riesgo de la prueba y la administración o no de medio de contraste”, ha afirmado Molina.
Por ello, ha señalado que, en las urgencias ginecológicas, el conocimiento en profundidad de las mismas y de las diferentes técnicas de imagen que tienen los radiólogos es lo que les da “ventaja” respecto al resto de especialista. Como ejemplo, ha indicado que, en el embarazo, aunque habitualmente se empieza con ecografía, si existen dudas lo más recomendable es que se realice una resonancia magnética (RM), porque así se evitará irradiar a la paciente.
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