LEÓN, 26, (EUROPA PRESS)
La Universidad de León (ULE) y el Ayuntamiento de León han firmado este miércoles un convenio de colaboración “pionero a nivel nacional” para monitorizar la calidad del aire en la capital leonesa.
Este acuerdo, con una duración de cuatro años, permitirá analizar la evolución de los contaminantes atmosféricos así como evidenciar la fiabilidad de los resultados de los 20 sensores de calidad del aire instalados por el Consistorio, en el marco de la normativa de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).
El objetivo de este convenio pasa por aportar datos y soluciones basadas en la ciencia para el desarrollo de estrategias que favorezcan un entorno más saludable bajo la dirección del Departamento de Química y Física Aplicadas de la ULE.
El alcalde de León, José Antonio Diez, y la rectora de la Universidad de León, Nuria González, han rubricado este miércoles esta alianza que se materializará en la toma de datos, evaluación y propuestas de actuación para mejorar las condiciones del aire en la capital leonesa y sus pedanías, así como mitigar el cambio climático.
El regidor de la capital leonesa ha destacado “la muy buena calidad del aire” en la ciudad y el efecto “positivo” que en esa calidad han tenido iniciativas como el calmado y la reducción de tráfico, la recuperación de áreas peatonales y la ampliación de zonas verdes hasta consolidar la ciudad como la segunda del país con más metros cuadrados por habitante de estas áreas.
Asimismo, Diez ha recordado que la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de Cambio Climático y Transición Energética establece que los municipios de más de 50.000 habitantes están obligados a implementar zonas de bajas emisiones (ZBE) que han de estar monitorizadas con sensores de medición de la calidad.
También, el alcalde de León ha añadido que el acuerdo va a permitir obtener datos, información y consejos para implementar “medidas que mejoren la calidad del aire” y con ello contribuir a “la salud y la vida sana de los leoneses”.
“Estos trabajos permitirán establecer medidas de adaptación al cambio climático, ya que tanto la mitigación como la adaptación son claves para que el municipio de León alcance los objetivos de reducción de emisiones contaminantes en un 40 por ciento para el año 2030, así como la neutralidad climática en 2050”, ha concluido el munícipe leonés.
“UN RESPONSABILIDAD COMPARTIDA”
Por su parte, la rectora de la Universidad de León ha destacado que esta iniciativa “refuerza la responsabilidad compartida de ambas instituciones de avanzar hacia un entorno más saludable y sostenible”.
Dentro de esa “responsabilidad” a la que ha hecho referencia Nuria González, ha incidido en que el objetivo es “mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de León mediante la respuesta a una de las grandes preocupaciones de nuestro tiempo: la contaminación ambiental y la calidad del aire”.
Los trabajos estarán liderados por los miembros del grupo de investigación Ambiente Atmosférico (ATMOSENV), cuya especialización en el estudio de la atmósfera y la contaminación ambiental permitirá, según ha remarcado González, “aportar datos científicos precisos y soluciones basadas en la evidencia, siendo la base para el desarrollo de estrategias y medidas que favorezcan un entorno más saludable”.
“Confiamos en que este convenio sea el inicio de una colaboración fructífera, que aporte datos precisos, soluciones innovadoras y, sobre todo, que sea una herramienta que ayude al Ayuntamiento en la toma de decisiones informadas y eficaces”, ha concluido la responsable de la institución académica.
“CONVENIO PIONERO EN ESPAÑA”
En la comparecencia de prensa han estado presentes, además, el concejal de Desarrollo Urbano, Luis Miguel García Copete; la técnico del Ayuntamiento de León, Cristina Villalón; y el responsable de Ambiente Atmosférico de la ULE, Alberto Fraile.
La técnico municipal ha reseñado que este convenio es “pionero” en nuestro país ya que permitirá que las decisiones que se tomen estén “avaladas” por el trabajo técnico y científico que desarrollen los investigadores universitarios.
Estos datos técnicos, tal y como ha informado Cristina Villalón, podrán obtenerse mediante la información recabada por la veintena de sensores de calidad del aire con los que cuenta el Consistorio y que tendrán además “una interpretación científica de un equipo multidisciplinar que permitirá tomar medidas en momentos estratégicos”.
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