El Festival se celebrará del 19 al 24 de junio en Logroño
LOGROÑO, 26 (EUROPA PRESS)
Concéntrico ha revelado este miércoles los equipos ganadores de las convocatorias que permitirán construir las intervenciones de ‘Objetos en la ciudad’ en la Plaza de la Inmaculada -en concreto, ‘Reciclar en la ciudad’- y en Bucarest -‘¡Me apunto!’-, ‘Tercer paisaje’ en la calle San Roque -‘La Batalla del Jardinero Planetario de Borneo’- y ‘Picnic’ -‘Earth Cooking’- en el viñedo en Viña Lanciano.
Todos ellos formarán parte del Festival que se va a celebrar del 19 al 24 de junio en Logroño dentro de su nueva temporada que apuesta por nuevos formatos, nuevas fechas y nuevas sedes que den respuesta a las transformaciones urbanas. Como novedad importante se plantea que una de las convocatorias de ‘Objetos en la ciudad’ se realizace también en Bucarest, en colaboración con Romanian Design Week’.
Las cuatro propuestas seleccionadas exploran diferentes enfoques para fomentar una conexión más profunda y responsable entre las personas, los ecosistemas urbanos y la naturaleza. Cada uno busca repensar nuestra relación con el medioambiente, promoviendo la sostenibilidad a través de la participación activa y el diseño consciente.
Los cuatro proyectos han sido seleccionados de entre un total de 296 trabajos, procedentes de 44 países, tras varias reuniones que celebró el jurado en la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de La Rioja los días 30 y 31 de enero de 2025. Las propuestas ganadoras se construirán con madera Garnica en el Festival y formarán parte, junto a los finalistas, de una exposición de la convocatoria.
Los proyectos seleccionados destacan la importancia de la participación activa, la creatividad y la conciencia ecológica para transformar los espacios urbanos en entornos más sostenibles, inclusivos y respetuosos con la naturaleza, invitando a la reflexión sobre cómo podemos ser parte activa en la preservación del medioambiente.
‘OBJETOS EN LA CIUDAD’.
Dentro de ‘Objetos en la ciudad’, el ganador es ‘Reciclar la ecología’, un proyecto del estudio vizcaíno Abad, formado por Iker Abad Aguirre y Jon Abad Aguirre, que se instalará en la logroñesa Plaza de la Inmaculada.
Propone un enfoque menos utilitario y más simbiótico con los ecosistemas urbanos, creando “holobiontes” a través de la interacción entre los objetos urbanos y el entorno natural. Este proyecto pone énfasis en la acción relacional y busca una integración más armónica entre el diseño y los procesos ecológicos existentes.
Explora, desde las prácticas del diseño, nuevas relaciones con los diversos ecosistemas no humanos que habitan ‘nuestras’ ciudades. Se trata de desplazar el papel hegemónico de la economía circular a la hora de abordar la crisis medioambiental para proponer otras maneras de ‘ser ecológico’, creando nuevos imaginarios de carácter menos utilitarista y antropocentrista.
Inspirados en las relaciones simbióticas entre los seres vivos, crean elementos que interactúan con muchos de los objetos ya existentes en nuestras ciudades, para formar nuevos ‘holobiontes’. Una táctica de gran economía de medios que evita la necesidad de nuevos soportes y resalta la enorme cantidad de objetos que habitan el entorno urbano.
El segundo de los proyectos dentro de ‘Objetos de ciudad’ es ‘¡Me Apunto!’ de los estadounidenses Studio An-An, que recalará en la capital de Rumanía, Bucarest, en colaboración con Romanian Design Week.
Crea una nueva forma de interacción entre los peatones y los árboles urbanos mediante bancos modulares que integran los árboles como compañeros. Este diseño modular busca transformar los espacios públicos en lugares de conexión y reflexión, promoviendo un mayor respeto y conciencia hacia la biodiversidad urbana.
El diseño modular presenta una serie de bancos enchufables con recortes dedicados a los árboles, transformando cada zona de asiento en una interacción íntima con la naturaleza, en la que el árbol se convierte en un compañero sentado. Su flexibilidad, modularidad y adaptabilidad le permiten integrarse perfectamente en diversos paisajes urbanos.
TERCER PAISAJE.
Dentro de esta iniciativa, el ganador ha sido ‘La Batalla del Jardinero Planetario de Borneo’, del estudio alemán de Antonio De Paola, Flavio Mancuso y Antonio Seghini.
Ubicada en la calle San Roque, esta intervención, inspirada por Gilles Clément, transforma un espacio urbano en un refugio para la biodiversidad, invitando a los ciudadanos a convertirse en jardineros planetarios. El proyecto promueve una acción colectiva para la preservación del medio ambiente, destacando la diversidad como un elemento clave para el futuro del planeta.
A través del juego y la participación activa, toma forma la realización del propio papel en la preservación de unas condiciones de vida adecuadas para el planeta. De este modo, el proyecto transforma un espacio abierto ordinario en una experiencia viva de educación, responsabilidad colectiva y gestión compartida.
Al final de su visita, se espera que los participantes reconozcan el potencial de una nueva forma de vida. Esta renovada conciencia puede suscitar un compromiso colectivo para cuidar nuestro ‘jardín planetario’, fomentando un futuro más sostenible e integrador para todos.
PICNIC EN EL VIÑEDO
El proyecto para Viña Lanciano será ‘Earth Cooking’, realizado por los franceses de JMBAD (Joseph Melka, Balthazar Auguste-Dormeuil). Una propuesta que fusiona gastronomía, cerámica y sostenibilidad, invitando a los participantes a crear sus propios recipientes con arcilla local, los cuales se utilizan en una comida compartida antes de ser devueltos a la tierra, cerrando un ciclo ecológico.
Este proyecto pone de relieve la importancia de la biodiversidad y la regeneración del entorno a través de un acto participativo. Como una instalación interactiva, Earth Cooking es a la vez un espacio de reunión y un proceso: una larga mesa comunal donde se invita a los participantes a utilizar la arcilla local para elaborar su propia cerámica, que se convierte en el recipiente para la comida comunal preparada in situ.
Se trata de reimaginar la comida comunitaria como una experiencia de trabajo compartido, profundamente arraigada en el entorno local. Al trabajar y comer con la arcilla de la finca, se renueva la conexión con la tierra y el terruño.
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