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JAÉN, 24 (EUROPA PRESS)
La investigadora Ramón y Cajal de la Universidad de Jaén (UJA) Gersande Eschenbrenner Diemer ha formado parte de la misión arqueológica egipcio-británica que ha descubierto la tumba de Tutmosis II y que constituye “un hito para la egiptología”.
Este hallazgo, el primero de una tumba real en la Necrópolis Tebana desde el descubrimiento de la tumba de Tutankamón en 1922, ha tenido lugar en el Valle C, ubicado dentro de la cadena montañosa tebana, al oeste de Lúxor (Egipto).
En concreto, la doctora Gersande Eschenbrenner Diemer, que dirige el proyecto Medjehu Project, ha formado parte de la Western Wadis Mission desde 2019. Junto con su equipo, es responsable del análisis de los objetos de madera encontrados en la necrópolis, un aspecto fundamental para comprender la historia y el contexto de la tumba de Tutmosis II, según ha informado este lunes la UJA.
En este sentido, el hallazgo de objetos de madera en la tumba, incluyendo un bastón ceremonial inscrito con el nombre del rey, ha sido de gran relevancia. Así, la investigadora Eschenbrenner y su equipo han tenido “la oportunidad única de estudiar y analizar estos objetos, que proporcionan información valiosa sobre la artesanía, el comercio y la cultura material del antiguo Egipto”.
La misión, una colaboración entre el Consejo Supremo de Antigüedades y la New Kingdom Research Foundation, identificó la entrada y el corredor principal de la tumba en 2022. Tras un análisis exhaustivo, se confirmó que pertenecía al rey Tutmosis II, cuya tumba era la última real desaparecida de la dinastía XVIII de Egipto.
Mohamed Ismail Khaled, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, destacó la importancia del descubrimiento. Inicialmente, se creyó que la tumba podría pertenecer a una esposa de un rey tutmósida, pero las evidencias encontradas, incluyendo fragmentos de vasos de alabastro inscritos con el nombre de Tutmosis II y referencias a su esposa Hatshepsut, confirmaron su verdadera identidad.
Sobre la tumba, se encontraba en un estado de conservación precario debido a inundaciones. Estudios preliminares sugieren que el ajuar funerario principal fue trasladado en la antigüedad para protegerlo de los daños.
La investigación continuará para desentrañar los misterios del sitio y encontrar el resto del ajuar funerario de Tutmosis II. Este descubrimiento abre nuevas líneas de investigación y promete revelar más detalles sobre la artesanía y las redes comerciales del antiguo Egipto.
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