MADRID, 20 (SERVIMEDIA)
Una nueva investigación muestra que las tortugas regresan a sus lugares de anidación habituales antes cada año para compensar el aumento de temperaturas debido al cambio climático.
El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Exeter (Reino Unido) y la Sociedad para la Protección de las Tortugas (Chipre), y aparece publicado este jueves en la revista ‘Proceedings of the Royal Society B’.
En las tortugas marinas, la temperatura determina el sexo biológico de las crías: nacen más hembras cuando hace más calor y hay menos eclosiones exitosas cuando hace demasiado calor.
Las tortugas también tienen ‘filopatría natal’, lo que significa que regresan a anidar en el área donde ellas mismas nacieron.
Los investigadores predicen, tras utilizar tres décadas de datos, que para el año 2100 prácticamente no se producirán nuevas crías de tortuga boba, a menos que contrarresten las temperaturas más altas adelantando su temporada de anidación.
El trabajo se realizó con tortugas verdes y bobas en Chipre. Tras colocar registradores de temperatura en los nidos durante la noche cuando las hembras están poniendo sus huevos y recuperarlos una vez que el nido eclosiona, los investigadores comprobaron que las tortugas necesitan anidar 0,5 días por año antes para mantener la proporción sexual actual y 0,7 días al año antes para evitar fallas en la eclosión de los huevos.
Pero sus datos mostraron que las tortugas bobas ya están anidando a principios de año y que las hembras que regresan adelantan el inicio de la anidación 0,78 días por año desde 1993.
Esto significa que, al menos por ahora, las tortugas están haciendo lo suficiente para garantizar que sus huevos sigan eclosionando al anidar antes en temperaturas más ideales.
“Esta es una buena noticia, ya que hemos demostrado que estas tortugas están respondiendo a las temperaturas elevadas provocadas por el cambio climático desplazándose a meses más fríos para anidar”, apunta Annette Broderick, de la Universidad de Exeter.
Broderick añade: “No hay garantía de que sigan haciéndolo, depende mucho de cuánto aumenten las temperaturas y también de lo que coman. Si cambia el momento de producción en términos de dónde provienen sus alimentos, entonces podrían comenzar a desconectase ecológicamente entre el lugar donde buscan alimento y el lugar donde se reproducen”.
MEDITERRÁNEO
Por otro lado, el equipo de investigación también ha realizado un estudio que utiliza 31 años de datos sobre más de 600 tortugas verdes que anidan en la misma playa en el norte de Chipre para ver qué influye cuando comienzan a poner huevos cada año.
El estudio, publicado en la revista ‘Endangered Species Research’, indica que las tortugas ajustaban el momento de la anidación en función de la temperatura del mar, poniendo huevos 6,47 días antes por cada grado de aumento en la temperatura del océano.
Calcularon que la temperatura explicaba alrededor de un 30% de este adelanto y que las hembras más experimentadas y las que ponían más puestas también anidaban antes.
“Para saber si el avance que vemos ahora continuará en el futuro, es crucial comprender los efectos combinados de los cambios en, por ejemplo, la estructura de edad de la población y cómo las tortugas individuales responden al cambio ambiental”, apunta Mollie Rickwood, del Centro de Ecología y Conservación de la Universidad de Exeter.
Damla Beton, de la Sociedad para la Protección de las Tortugas, añade: “Aunque nuestras tortugas parecen estar haciendo frente al aumento actual de las temperaturas, no está claro cuánto tiempo podrán hacerlo antes de que las condiciones en Chipre ya no sean adecuadas, pero es posible que haya lugares más fríos en el Mediterráneo disponibles para que aniden”.
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