MADRID, 19 (SERVIMEDIA)
La intervención de la enfermería mejora la piel de los pacientes con xerosis severa y ayuda a prevenir futuras lesiones, según se puso de manifiesto en el primer webinar de este año celebrado por el Instituto Superior de Formación Sanitaria (Isfos) dentro de la campaña ‘En la piel de la enfermera’ del Consejo General de Enfermería (CGE).
Según informó este miércoles el CGE, la xerosis severa es una alteración que afecta no sólo a la función barrera de la piel, sino también a la calidad de vida de las personas que la sufren, tanto de forma aguda como crónica.
Esta dolencia puede afectar a personas de cualquier edad, aunque es frecuente en bebés, adolescentes que utilizan determinados productos para el acné, mujeres a partir de la menopausia y, especialmente, personas de edad avanzada, ya que el 75% de la población mayor padece este problema.
A este respecto, la directora de Isfos, Pilar Fernández, aseguró que “como enfermeras, tenemos un papel clave en la identificación, prevención y tratamiento de esta condición. No se trata sólo de un problema estético; la xerosis grave puede derivar en fisuras, infecciones y una notable disminución de la calidad de vida de nuestros pacientes, provocando prurito intenso y aumentando el riesgo de úlceras y complicaciones dermatológicas”.
Por ello, la formación continuada es fundamental. “Conocer las mejores estrategias de hidratación, el uso adecuado de emolientes, el impacto de los factores ambientales y la importancia de una valoración exhaustiva nos permite ofrecer cuidados personalizados y eficaces”, añadió.
SIGNOS DE ALERTA
Sequedad, descamación, aspereza, prurito, sensación de tirantez, posible dolor o ardor, son algunos de los síntomas o signos de alerta de esta patología.
De hecho, argumentó la coordinadora de la Unidad de Enfermedades Inmunoalérgicas cutáneas del Servicio de Dermatología del Hospital Sant Pau de Barcelona, la doctora Esther Serra, “la integridad de la barrera cutánea depende en gran medida de la estructura y función del estrato córneo, el cual actúa como una barrera semipermeable que previene la pérdida excesiva de agua y protege contra agentes externos. En la xerosis, se observa una alteración en la organización de los corneocitos y una disminución de los lípidos intercelulares, como las ceramidas, lo que compromete la función barrera de la piel”.
Además, añadió, “hay una reducción en los factores naturales de hidratación (NMF), como la urea y los aminoácidos, que son esenciales para mantener la humedad cutánea. Estas alteraciones conducen a una mayor pérdida transepidérmica de agua y a la sequedad característica de la xerosis”.
RIESGO DE INFECCIÓN
La xerosis severa puede causar prurito, descamación y fisuras, aumentando el riesgo de infecciones y complicaciones cutáneas. La evaluación sistemática y diaria de la piel es fundamental para identificar cambios y prevenir complicaciones. Los profesionales de enfermería juegan un papel crucial en este proceso, considerando factores como la edad, el color de la piel, la turgencia, la elasticidad y la existencia de lesiones.
Por lo tanto, expuso la enfermera dermoestética y directora de operaciones en IML Clinic, Yolanda Roldán, “la prevención de lesiones es una prioridad en el manejo de la xerosis. Casos prácticos han demostrado que la intervención de enfermería puede mejorar significativamente la condición de la piel de los pacientes, reduciendo la sequedad, mejorando la elasticidad y previniendo lesiones”.
“Estos resultados subrayan la importancia del rol de la enfermería en el manejo de la xerosis severa. Este enfoque innovador no solo mejora la calidad de vida de los pacientes, sino que también destaca la importancia de la enfermería en el cuidado integral de la salud”, agregó.
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