Tremendo desenlace con el empate (2-2) del Everton al Liverpool en el minuto 97, invasión de campo, VAR y tres rojas
MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El Everton empató (2-2) al Liverpool este miércoles, en el duelo aplazado en su día por la tormenta Darragh de la jornada 15 de la Premier, gracias a un golazo de su capitán James Tarkowski en el minuto 97 que hizo estallar a Goodison Park, dos veces con la revisión del VAR, en su último derbi del Merseyside.
Mohamed Salah firmó su gol 22º y su asistencia 14º, sin duda el mejor jugador de la liga inglesa, en casa de su vecino, pero el equipo ‘red’ se quedó con la miel en los labios. El Liverpool estiró aún así a siete puntos su diferencia en el liderato con el Arsenal pero estuvieron muy cerca de ser nueve y el Everton río último.
En la despedida de Goodison de los derbis, ya que los ‘toffees’ se mudan de estadio el próximo curso, los locales compitieron hasta el último segundo y encontraron una jugada rocambolesca, de patadones buscando la meta rival, un balón suelto que fusiló Tarkowski a la escuadra en el 97′, con el tiempo cumplido.
El Everton y su afición enloquecieron en un córner, con invasión de campo, y volvieron a estallar cuando el VAR dio validez a una posición muy ajustada de posible fuera de juego. Los de David Moyes, que siguen sumando con su nuevo técnico para alejar la zona de descenso, habían sucumbido antes a la brillantez de Salah.
Beto adelantó al Everton a los diez minutos, despistada la defensa visitante, pero el delantero egipcio puso el centro del 1-1 de MacAllister cinco minutos después. Con mucha tensión, faltas y amarillas, un clásico derbi del Merseyside, el cuadro local empezó a rondar el gol en el segundo tiempo cuando apareció de nuevo Salah.
El ariete quiso quedarse también su último derbi, tras anunciar su marcha a final de temporada, y marcó el 1-2 en el minuto 73. El Everton estuvo en la lona, pero se levantó contra pronóstico y a la heroica en un tremendo desenlace para frustrar a su vecino, con tangana final incluida, y las expulsiones de Doucouré y, en los locales, de Curtis Jones y el técnico Arne Slot.
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