MADRID, 12 (SERVIMEDIA)
La tasa de discursos de odio en la red social X se duplicó varios meses después de que Elon Musk comprara esa red social -entonces denominada Twitter- y se convirtiera en su red ejecutivo el 27 de octubre de 2022.
Así lo asegura un estudio dirigido por Daniel Hickey, de la Universidad de California en Berkeley (Estados Unidos), y publicado este miércoles en la revista ‘PLOS ONE’.
Investigaciones anteriores han vinculado el discurso de odio en línea con los delitos de odio fuera de línea, y los ‘bots’ y las cuentas similares a ‘bots’ pueden promover desinformación y ‘spam’ que podrían causar daño, por ejemplo, contribuyendo a estafas, interfiriendo en elecciones del mundo real o entorpeciendo campañas de salud pública.
Algunos estudios han demostrado que, inmediatamente después de que Musk adquiriera Twitter, el discurso de odio aumentó en esa red social y no disminuyó la cantidad de ‘bots’ u otras cuentas no auténticas, a pesar de la promesa de Musk de reducir esa actividad.
Sin embargo, no ha quedado claro si tales tendencias perduraron algunos meses después. Por ello, Hickey y sus colegas emplearon métodos desarrollados previamente para medir el discurso de odio en inglés y la actividad inauténtica en X hasta mediados de 2023.
El análisis mostró que el aumento de los discursos de odio que se produjo justo antes de que Musk comprara X y continuó hasta junio de 2023.
La tasa semanal de discursos de odio fue un 50% más alta que en los meses anteriores a la compra, incluido un mayor uso de insultos homofóbicos, transfóbicos y racistas específicos.
‘ME GUSTA’
El número promedio de ‘me gusta’ en publicaciones de odio aumentó un 70%, lo que sugiere que más personas estuvieron expuestas esos discursos en X. Mientras tanto, la presencia de ‘bots’ y otras cuentas no auténticas también se infrementó.
Así pues, este estudio no respalda las afirmaciones públicas de X de que la exposición al discurso de odio disminuyó después de la compra de Musk.
Los investigadores señalan que, como la información sobre cambios internos específicos en X es limitada, no pueden sacar conclusiones firmes sobre una relación causa-efecto entre la compra de esa red social por parte de Musk y los hallazgos del estudio.
No obstante, expresan su preocupación por la seguridad de las plataformas en línea y piden una mayor moderación en X, así como más investigaciones para arrojar luz sobre la actividad en las plataformas de redes sociales. “Las políticas para reducir la exposición a contenidos nocivos parecen no ser suficientemente eficaces”, apuntan.
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