MADRID, 11 (SERVIMEDIA)
El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales insistió este martes en que el beso que dio a Jenni Hermoso fue consentido expresamente por la jugadora y fruto de la euforia en la celebración de la victoria en el Mundial de Australia.
Rubiales explicó que su “versión sobre lo que ocurrió fue que pasaron las jugadoras y, en ese momento, Jenni me puso un gesto, una cara. Nos conocemos desde hace tiempo, le dije que olvidara el penalti. Me apretó muy fuerte debajo de las axilas y me levantó, al bajar le dije: ¿te puedo dar un besito? y ella me dijo ‘vale'”.
En esta séptima sesión del juicio en el que Rubiales se sienta en el banquillo por los delitos de agresión sexual y coacciones, por los que la Fiscalía pide para él dos años y medio de prisión, compareció también un perito de lengua de signos que afirmó que el expresidente de la RFEF preguntó a Hermoso si podía darle “un besito”, pero no fue capaz de asegurar que ella aceptó.
En respuesta a las preguntas de la fiscal, Rubiales insistió en que la pregunta, la respuesta y el beso fueron “simultáneos” e insistió en que estuvo “totalmente seguro” de haber obtenido el “consentimiento” de la jugadora.
Preguntado por si normalmente saludaba a Hermoso con un beso en la boca, el acusado dijo que “no se gana un mundial todos los días”, por lo que es difícil hablar de “normalidad” en esa circunstancia. Llegó a decir, incluso, que “tampoco doy picos todos los días a mis hijas pero en Nochevieja se los doy”.
Es más, el expresidente de la RFEF aseguró que no es una cuestión de género y llegó a decir que en algunas celebraciones con futbolistas masculinos “me los comía a besos”. En cualquier caso, negó que el beso tuviera ningún tipo de connotación sexual.
En un momento de su declaración llegó a reconocer: “Me equivoqué. Metí la pata. Me comporté como un futbolista que había ganado un título. Tenía que haber tenido un comportamiento más institucional, pero de ahí a cometer un delito…”.
Sobre el momento en que le sujetó la cabeza para dar el beso a la jugadora aseguro que ese gesto es “como darle un abrazo (…), una cuestión afectiva y de cariño” no una acción para inmovilizarla o con ánimo libidinoso.
Sobre el estado de ánimo de Jenni Hermoso después de los acontecimientos dijo que en todo momento la vio “feliz y contenta”, celebrando con sus compañeras y explicó que la futbolista “no cambió de versión hasta unos días después” de la final del Mundial.
LAS COACCIONES
Una vez terminadas las preguntas de la Fiscalía sobre el momento del beso, el interrogatorio se centró en las supuestas coacciones a las que fue sometida Hermoso después para que quitara hierro a lo sucedido. Rubiales aseguró que sólo habló dos veces más con la jugadora. La primera de ellas en el terreno de juego y después en el vuelo de vuelta hacia Doha.
“Antes de llegar a Doha, cuando sale del baño, le digo a Jenni que sería buena idea que volviéramos a decir lo mismo los dos juntos. Me dijo que no, que quería celebrar el Mundial, que ya había sido muy clara y viendo que no quería lo hice yo solo”, explicó.
Rubiales indicó sobre el comunicado de la Federación que no participó en su redacción y que la idea de difundir un comunicado fue del equipo de comunicación de la federación. Aseguró, igualmente, que él sólo autorizó su difusión cuando le confirmaron que la jugadora había dado su permiso para la publicación.
Además, manifestó que no estaba muy pendiente de este asunto porque en los momentos posteriores al partido le comunicaron que había fallecido el padre de la futbolista Olga Carmona y estaba más preocupado de conseguir que la jugadora no se enterara por la prensa antes de que se lo pudieran comunicar.
Sobre las conversaciones del entonces seleccionador femenino, Jorge Vilda, también juzgado en esta causa por coacciones, el expresidente de la RFEF aseguró que en ningún momento le mandó ir a hablar con el hermano de Hermoso para tratar de convencerla de que grabara un vídeo exculpatorio. “Jorge Vilda me dijo que iba a hablar con el hermano de Jenni Hermoso, pero yo no le mandé nada”, aseguró.
En la sesión de este martes también declaró el perito David Morillo, especialista en lectura de labios, quien explicó que analizó con detalle los instantes previos al beso, que no duraron más de dos segundos en los que Rubiales dijo: “¿Te puedo dar un besito?”, una pregunta para la que el perito no vio respuesta.
Como pruebas documentales se han podido ver varias grabaciones de la celebración en el vestuario en las que Hermoso asegura que no le gustó el beso, del propio momento en que se produjo ese beso y de las bromas que hicieron en un primer momento las jugadoras. También se pudo escuchar la entrevista en la Cope en la que la jugadora calificó de “anécdota” lo sucedido.
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