CCOO considera el caso “uno de los más claros ejemplos” de cómo “se va deteriorando la salud” por riesgos músculo-esqueléticos
BILBAO, 11 (EUROPA PRESS)
El Juzgado de lo Social número 5 de Bilbao ha reconocido a un trabajador del sector de asfaltado que dos períodos de baja por tendinitis y tendinosis en el hombro “tienen su origen en una enfermedad profesional originada por el trabajo, habiendo estado hasta el momento mal calificados como enfermedad común”, según ha informado CCOO.
En un comunicado, el sindicato ha explicado que este operario trabajó en la empresa Asfaltos Uribe SA desde 2005 hasta el pasado 2024, año en el que la Seguridad Social le ha reconocido una incapacidad permanente total para su profesión habitual por enfermedad profesional debido a una patología de hombro.
El trabajador desempeñaba tareas de maquinista, para lo que usaba fresadoras, mini-palas, barredoras, extendedoras y compactadoras, de manera que estaba “expuesto de forma constante a vibraciones, tal y como detalla la correspondiente evaluación de riesgos”. En ocasiones, además, era necesario igualmente el uso de pico manual.
Según ha valorado el sindicato, en una reciente sentencia, el Juzgado de lo Social número 5 de Bilbao considera probado que los episodios de tendinitis y tendinosis en hombro “están relacionados con sus condiciones de trabajo, y que estas son las que se reflejan igualmente en el RD 1299/2006, por el que se aprueba el cuadro de enfermedades profesionales”.
Los procesos de baja han sido considerados enfermedad profesional debido a “la realización de trabajos por parte del maquinista que implican abducción y flexión del brazo, requisitos establecidos por la legislación referida y que se relacionan con los movimientos repetitivos asociados al uso del pico manual”, ha explicado.
DETERIORO DE LA SALUD
El responsable de Salud Laboral de CCOO de Euskadi, Alfonso Ríos, ha destacado que la sentencia considera probado “el progresivo deterioro del hombro del trabajador”, lo que “se ha podido visibilizar a través de la vigilancia de la salud realizada entre el 2018 y el 2022, desde la aparición del dolor hasta las limitaciones prescritas para el trabajo respectivamente, pasando por la pérdida de movilidad diagnosticada en 2021”.
El caso de este trabajador es, para Ríos, “uno de los más claros ejemplos que permiten ver cómo se va deteriorando la salud debido a la exposición a riesgos músculo-esqueléticos”. Según ha precisado, la sentencia recoge que “la enfermedad profesional se había desarrollado en los nueve años previos a la aparición del dolor”.
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