MADRID, 10 (SERVIMEDIA)
Naciones Unidas conmemora este lunes por segunda vez el Día Internacional del Leopardo Árabe, que se celebra cada 10 de febrero desde 2024.
El leopardo árabe (‘Panthera pardus nimr’) es una subespecie de leopardo en grave peligro de extinción que habita en la Península Arábiga.
Es el leopardo de menor tamaño, con un peso medio de entre 30 y 40 kilos en el caso de los machos y de entre 25 y 35 en el de las hembras. Su pelaje es pálido y de color beige, con manchas pequeñas y poco espaciadas.
Naciones Unidas apunta en un mensaje con motivo de esta celebración, recogido por Servimedia, que este leopardo es un animal de hábitat muy limitado que solo se encuentra en algunas zonas aisladas de Omán, Yemen y posiblemente Arabia Saudí.
Su número ha disminuido drásticamente por la pérdida y fragmentación del hábitat, el agotamiento de las presas y la persecución por parte de los ganaderos. Se calcula que pueden quedar menos de 200 leopardos árabes en estado silvestre.
Entre las amenazas que acechan a esa especie figuran la urbanización, la agricultura, el pastoreo excesivo, la caza furtiva y el comercio ilegal de especies salvajes.
Los esfuerzos de conservación se centran en la protección del hábitat, la restauración de las poblaciones naturales de presas y los programas de educación pública para reducir los conflictos entre humanos y leopardos.
Está legalmente protegido en todo su hábitat, pero se necesita una mayor aplicación de la ley y una gestión activa de las poblaciones supervivientes para garantizar su continuidad, según Naciones Unidas.
La población mundial de leopardos se incluyó en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) con la categoría de ‘vulnerable’. La subespecie de leopardo árabe está ‘en peligro crítico’, y su rápida desaparición representa un importante revés para la conservación de la biodiversidad en su región natal.
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