MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
Las nuevas autoridades sirias han acusado este lunes al partido-milicia chií libanés Hezbolá, aliado del derrocado presidente Bashar al Assad, de atacar a las fuerzas de seguridad del país y de apoyar actividades de contrabando en la frontera, después de que la semana pasada se produjeran enfrentamientos con bandas armadas de contrabando durante un operativo en localidades sirias fronterizas.
El comandante del Departamento de Seguridad Fronteriza de Siria, Muayad al Salama, ha confirmado a la agencia de noticias estatal SANA que las operaciones tuvieron lugar en Hawik, Harmash, Wadi al Hourani y Akum, donde se incautaron de “un gran número de almacenes, fábricas de cannabis y captagón, además de imprentas especializadas en (…) moneda falsa, ya que esta representaba la arteria económica de estas bandas, y (…) cargamentos de armas y narcóticos en las áreas fronterizas con Líbano, que estaban en camino para cruzar”.
Asimismo, ha asegurado que la mayoría de contrabandistas en la frontera pertenecen a Hezbolá, el grupo aliado del régimen sirio depuesto en diciembre de 2024. El que fuera presidente del país árabe durante casi 25 años levantó un narcoestado, haciendo de la anfetamina captagón el recurso más valioso para financiar el coste interno de la guerra civil.
Al Salama ha afirmado que las fuerzas sirias “se limitaron” a actuar en su territorio y “se centraron en las bandas armadas de contrabando”. “No atacamos dentro de Líbano, a pesar de los ataques a nuestras unidades por parte de Hezbolá”, ha asegurado.
Además, ha anunciado el desarrollo de un “plan integrado para controlar completamente las fronteras, teniendo en cuenta los desafíos existentes y contribuyendo a proteger a nuestra gente de todos los peligros que se ciernen sobre ellos”, si bien no ha especificado en qué consiste.
Las autoridades sirias liberaron a dos miembros de sus fuerzas de seguridad en la frontera con Líbano, después de haber sido retenidos durante los enfrentamientos con un grupo de contrabandistas, en una campaña que tuvo lugar en la aldea siria de Hawik, al noreste de Líbano, y que provocó la intervención del Ejército libanés, interceptando proyectiles lanzados desde el país vecino.
El presidente de Líbano, Joseph Aoun, y su homólogo sirio, Ahmed al Shara, mantuvieron además el pasado viernes una conversación telefónica en la que ambos coincidieron en la importancia de trabajar de forma conjunta para reforzar la seguridad en la frontera compartida.
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