Los expertos aportados por las defensas dicen que los audios eran manipulables y que se grabó indiscriminadamente
MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
El agente que ha declarado este lunes en calidad de perito ha señalado que es “imposible” manipular las grabaciones sonoras realizadas en el marco de la ‘operación Mito’ –contra la red del narcotraficante gallego José Ramón Prado Bugallo, conocido como ‘Sito Miñanco’–, y que no se realizaron grabaciones de forma “indiscriminada e ininterrumpida” en los vehículos sonorizados durante el curso de la investigación porque el dispositivo “lo activa y lo desactiva el instructor”.
Además, ha explicado al tribunal de la Audiencia Nacional presidido por el magistrado Alfonso Guevara que el sistema funciona realizando una llamada desde un terminal telefónico, y que esto “activa una grabación”. Y ha recalcado que tanto esa grabadora como el teléfono “están en poder del instructor o del investigador en este caso” y produce de inmediato un volcado. “Y ese volcado se remite en el soporte que corresponda, mediante un acta de volcado y de cadena de custodia”. Al hilo, ha añadido que esa sonorización iba acompañada además de un geoposicionamiento.
El perito de parte ha defendido que no hubo cadena de custodia y que esos archivos grabados eran manipulables, algo que ha rechazado el perito policial. “La supuesta cadena de custodia no coincide con ninguno de los criterios del análisis forense documentado (…), ni con estándares de informática forense”, ha recalcado el perito aportado por la defensa.
Después de varias tesis contradictorias, el magistrado ha preguntado al perito de parte si se había encontrado evidencia de que se hubieran manipulados esos audios, y que indicara dónde estaba esa modificación, pero el experto no ha podido responder ni negativa ni afirmativamente y sólo ha comentado que “no se puede garantizar que hubiera integridad –en lo grabado–“. “No puedo afirmar si es veraz la información o no. No hemos tenido acceso a la evidencia original”, ha relatado.
ACTIVACIÓN POR RUIDO
Tras esto, el juez ha aseverado que “para dudar de la evidencia hay que tener un indicio” y tras continuar con las preguntas de las partes a los expertos Guevara ha anunciado que ordenaba en ese mismo momento a la Letrada de la Administración de Justicia que vaya al servidor donde está el original de las escuchas cuestionadas para realizar una copia directa. “Se acabó. Yo ya no puedo más. Pues al servidor, con todas las consecuencias”, ha añadido.
Después, y refutando la tesis de los expertos policiales de que se conectaba la grabación a voluntad del investigador gracias al envío de SMS, otro experto de parte ha comentado que en una de las escuchas –en un chalé– se registraron 781 sin sonido y 850 sin sonidos relevantes, “porque efectivamente la activación es sonora”.
“Sí que es verdad que se puede configurar –el sistema–, pero en el caso concreto (…), la activación se está realizando por ruidos, o sea, por un evento sonoro”, ha recalcado.
El perito policial ha matizado, no obstante, que las grabaciones realizadas en uno de los vehículos, un Renault Megane, se hicieron con un sistema distinto, más anticuado, que activaba la grabación por ruido. Pero que ése era el único caso y que posteriormente se hacía cribado de lo relevante y se grababa en un DVD no manipulable.
En el día de hoy, en definitiva, las defensas han insistido reiteradamente en que no se podía constatar que los audios aportados a la causa fueran los que realmente fueron registrados en los lugares intervenidos por autorización judicial, y que podrían haber sido manipulados a lo largo de la instrucción, lo que invalidaría las mismas y por tanto acabarían por anular la causa.
LA EXPULSIÓN DE LOS ACUSADOS
Guevara en otro momento dado ha cortado la exposición de uno de los peritos de parte recordando que sólo se debía determinar “si ha habido alguien que ha manipulado” los audios, “si hay la más mínimo sospecha, indicio, de que se ha manipulado” y no si es “manipulable”, “porque manipulable también es la droga que se coge y se lleva a un laboratorio”.
Tras escuchar lo declarado por el perito policial en la sesión anterior a petición de las defensas que argumentaban que había entrado en contradicción con lo que sostuvo entonces, y después de que se produjeran risas y ruidos entre la cincuentena de acusados, Guevara ha ordenado que todos fueran dirigidos a la ‘pecera’ –lugar donde se suele ubicar a determinados encausados detenidos–.
La defensa de Sito Miñanco ha argumentado entonces que esa decisión en pleno juicio suponía una medida privativa de libertad, ante lo que Guevara ha cambiado de opinión y ha ordenado expulsar de la Sala a todos los encausados con las dos excepciones de una persona detenida que ha enviado a la ‘pecera’ y del abogado Gonzalo Boye que se sienta entre los letrados. “Todos fuera”, ha espetado el presidente.
Se da la circunstancia de que en el día de hoy el magistrado también ha retirado la palabra a la defensa del ‘narco’ gallego y ha cortado el interrogatorio que realizaba a su propio perito.
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