Reclaman que la Junta amplíe el perímetro de protección de la Zona Arqueológica abarcando toda esa zona de Castilleja de Guzmán
SEVILLA, 9 (EUROPA PRESS)
La asociación Ben Baso de profesores por la protección y difusión del patrimonio histórico, el colectivo ambientalista Ándalus y otros grupos de similar índole se han sumado al manifiesto del Grupo Atlas de la Universidad de Sevilla de investigación en Prehistoria Reciente y las asociaciones Los Dólmenes, Valencina Habitable y de Defensa del Territorio del Aljarafe (ADTA); contra la modificación de planeamiento urbano promovida por el Ayuntamiento de Castilleja de Guzmán, gobernado por María del Mar Rodríguez, a instancias de la sociedad promotora Coliseum Real Estate; para urbanizar el plan número 4 de esta localidad, en las inmediaciones del ‘tholos’ de Montelirio, datado en la Edad del Cobre.
En concreto, se han adherido las asociaciones Ben Baso, Ándalus, Niculoso Pisano, Velázquez por Sevilla, Fabricando el Sur, la Asociación Histórica Retiro Obrero, la Asociación de Amigos del Monasterio de San Isidoro del Campo, Fabricando el Sur y Joaquín Egea, portavoz de la Asociación por la Defensa de Andalucía (Adepa).
En este manifiesto recogido por Europa Press, el Grupo Atlas de la Hispalense y dichas asociaciones exponen que “las investigaciones científicas llevadas a cabo en los últimos 15 años” en el entorno del plan parcial número 4 de Castilleja de Guzmán “han demostrado de forma inequívoca el elevadísimo valor científico y patrimonial del registro arqueológico existente en dicho sector, que es único y de excepcional importancia para entender el mega sitio de la Edad del Cobre” que albergan los términos municipales de Valencina de la Concepción y Guzmán.
Desde 2010, como es sabido, este entorno cuyos máximos exponentes son los ‘tholos’ de La Pastora, Matarrubilla y Montelirio está protegido por la declaración de Zona Arqueológica aprobada por la Junta de Andalucía para 779,16 hectáreas de Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán.
Los terrenos del plan parcial número cuatro, según el manifiesto, son así “parte indivisible del mega sitio calcolítico de Valencina-Guzmán”.
En ese sentido, mientras el Gobierno local de Castilleja de Guzmán asegura que es “compatible la puesta en marcha de nuevas viviendas con el respeto y máxima protección a los yacimientos” arqueológicos de este entorno, el Grupo Atlas de la Hispalense y dichas asociaciones conservacionistas advierten de que la construcción de nuevas viviendas en la zona “no sólo es incompatible con la conservación, protección y difusión del excepcional patrimonio arqueológico conservado en dichas parcelas y con el mantenimiento de su integridad espacial, paisajística y visual con el resto de la Zona Arqueológica, de la que forma parte indivisible; sino que muy al contrario, supone la destrucción de importantes restos prehistóricos, tanto de los ya conocidos y documentados como de los aún no excavados, de los que pesan fundadas evidencias científicas”.
SU TRANSFORMACIÓN EN SUELOS “DE PROPIEDAD PÚBLICA”
Dado el caso, las entidades firmantes del manifiesto reclaman “convertir todos los terrenos y parcelas” de este entorno “a un régimen de propiedad pública, como única medida efectiva que garantice su protección y conservación como parte del gran yacimiento del que forman parte, además de para su integración futura en el parque arqueológico paisajístico incluido en el Potaus”, en alusión al Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla.
También piden que la Junta de Andalucía acometa “la delimitación del límite del BIC de la Zona Arqueológica de Valencina de la Concepción-Castilleja de Guzmán para que la misma abarque” tanto las parcelas del plan parcial número 4 que actualmente “quedan fuera” del perímetro protegido, que supera las 779 hectáreas, como “todo el espacio de Castilleja de Guzmán que actualmente no se encuentra” dentro de la catalogación.
Al respecto, pesa la reciente carta pública del investigador del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla Leonardo García Sanjuán, miembro del Grupo Atlas y con una trayectoria estrechamente ligada a la investigación de este enclave; avisando de las consecuencias de la modificación de las normas urbanísticas subsidiarias de Castilleja de Guzmán promovida por el Ayuntamiento a instancias de Coliseum Real Estate para este plan parcial número 4, bautizado directamente como “Dolmen de Montelirio”.
CONSTRUIR VIVIENDAS EN MONTELIRIO
Mientras la empresa asegura que su propuesta compagina el “desarrollo” urbanístico y residencial de los suelos con el “objetivo inicial de protección del patrimonio histórico en el sector, dado que delimita la zona de protección denominada por el decreto de 2010 como subsector ZA-IB, que queda fuera de las parcelas lucrativas” según la entidad; García Sanjuán avisa de que este planteamiento supone todo un “crimen patrimonial”, porque en resumidas cuentas, se trata de “construir viviendas en el entorno inmediato, adyacente de la tumba de la Señora del Marfil y el tholos de Montelirio, donde además hay más restos muy importantes aún no excavados”.
“El Ayuntamiento de Castilleja de Guzmán pretende construir viviendas en las parcelas del entorno de la tumba de la Señora del Marfil y el tholos de Montelirio. Estas viviendas destruirán muchas de las importantes ofrendas y sepulturas, algunas de ellas aún pendientes de excavar, existentes en la zona, y dejarán a esas dos tumbas principales encarceladas en un sarcófago de hormigón”, denuncia este investigador.
Además, García San Juan alerta de que la construcción de las viviendas planteadas rompería “la conexión visual y paisajística entre este sector y el del vecino tholos de La Pastora, ubicado unos 800 metros al norte, ya en el municipio de Valencina”.
EL AYUNTAMIENTO SE DEFIENDE
Frente a ello, el Ayuntamiento de Castilleja de Guzmán viene defendiendo que la zona objeto de este proyecto urbanizador “no se encuentra en terreno protegido y así está avalado por la Junta de Andalucía”; insistiendo en que la iniciativa de la empresa promotora “respeta la protección de la Junta e incluso puede redundar positivamente en el municipio con espacios dotacionales para expandir y acercar el legado patrimonial, como un centro de interpretación por el que estamos trabajando”.
La actuación prevista, según asegura, “hace posible que el Ayuntamiento sea futuro propietario de las parcelas aledañas a la zona de protección”, gracias a lo cual sería posible “aumentar el grado de seguridad sobre estas zonas en parcelas que aunque no están protegidas, pueden llegar a estarlo con nuevas investigaciones”.
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