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LOGROÑO, 7 (EUROPA PRESS)
La unidad de Angiogénesis del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR), dirigida por el doctor Alfredo Martínez, ha identificado el mecanismo que contribuye a la resistencia a la insulina en personas con obesidad, principal factor de riesgo asociado a la diabetes tipo 2.
En la presentación de los resultados de esta investigación han participado este viernes, 7 de febrero, la consejera de Salud y Políticas Sociales, María Martín, el director gerente de Fundación Rioja Salud, Juan Carlos Oliva, y el científico del centro de investigación, Alfredo Martínez.
El estudio en el que ha participado el CIBIR ha sido liderado por el centro científico alemán Max-Planck-Institut y ha contado con la colaboración de otros organismos de investigación de Alemania y Estados Unidos.
La evidencia científica ya había demostrado en el pasado que las personas con obesidad y/o sobrepeso tienden a desarrollar diabetes tipo 2 pero, hasta ahora, no se conocía el mecanismo molecular responsable de esta relación.
Concretamente, los investigadores han demostrado que las células grasas, más abundantes en personas con obesidad, producen elevados niveles de adrenomedulina.
Este péptido regulador actúa sobre los receptores de insulina en las células endoteliales (las que revisten los vasos sanguíneos en contacto con la sangre), reduciendo su sensibilidad a la insulina y contribuyendo a la resistencia a esta hormona.
Así, la resistencia a la insulina es la principal característica de la diabetes tipo 2 y, en el caso de los vasos sanguíneos, hace que llegue menos sangre a los órganos encargados de captar la glucosa, como el hígado o los músculos.
El doctor Martínez descubrió hace 30 años que la adrenomedulina reducía la producción de insulina y que los pacientes con diabetes presentaban niveles elevados de esta molécula, planteando la posibilidad de que la adrenomedulina fuera un agente causal de la diabetes tipo 2.
Sin embargo, han sido necesarias tres décadas para desarrollar las herramientas que permitan demostrar este mecanismo. Para ello, los investigadores emplearon modelos genéticos denominados ‘knockouts condicionales’, en los que, mediante ingeniería genética, se eliminó un gen específico (el de la adrenomedulina o su receptor) en células concretas, como las células grasas o las endoteliales.
Precisamente, durante la reciente investigación pudieron observar que los ratones con obesidad desarrollaban resistencia a la insulina y por lo tanto diabetes tipo 2. Como consecuencia, presentaron una disminución del flujo sanguíneo hacia órganos como el hígado o los músculos, lo que agravaba aún más la regulación de los niveles de azúcar en la sangre.
Por el contrario, los modelos de experimentación modificados que no producían adrenomedulina en las células grasas, o que carecían de receptor en las células endoteliales, no desarrollaron diabetes ni alteraciones en el flujo sanguíneo, a pesar de que presentaban niveles similares de obesidad.
Además, los investigadores también han demostrado que un inhibidor de la adrenomedulina previene la aparición de resistencia a la insulina en los animales con obesidad.
De esta forma, los científicos han concluido que el bloqueo de la adrenomedulina o de su receptor se perfila como una nueva estrategia farmacológica para prevenir la aparición de la diabetes tipo 2, especialmente en personas con obesidad.
Este hallazgo identifica por lo tanto un mecanismo clave en la resistencia a la insulina endotelial y sienta las bases para nuevas estrategias de prevención y tratamiento de la enfermedad.
La diabetes tipo 2 afecta a más de 95% de los pacientes La insulina es una hormona producida por el páncreas que facilita la absorción y utilización de la glucosa por parte de las células, contribuyendo a regular los niveles de azúcar en sangre, mejorar el flujo sanguíneo y distribuir correctamente los nutrientes en el organismo.
Precisamente, la resistencia a la insulina se produce cuando el exceso de glucosa en sangre reduce la capacidad de las células de absorber y emplear eficientemente los azúcares.
En el caso de la diabetes tipo 2, el páncreas no produce suficiente insulina en las cantidades que el organismo necesita para su correcto funcionamiento y, además, las células no responden de manera adecuada al captar menos azúcar del que deberían. Cabe destacar que la diabetes tipo 2 supone entre el 90-95 por ciento de todos los casos de diabetes.
Además, el sobrepeso y la obesidad exigen una mayor producción de insulina para mantener la glucosa en sangre dentro de los niveles adecuados.
Este sobreesfuerzo provoca fatiga en el páncreas, reduciendo su capacidad en la producción de insulina. Por este motivo, un aumento de grasa general, y más concretamente de los depósitos de grasa visceral y ectópica (grasa abdominal) está específicamente asociado con la resistencia a la insulina.
Una alimentación equilibrada y la realización de ejercicio adecuado que nos permita evitar el sobrepeso es una de las mejores recomendaciones para mantener un estilo de vida saludable y reducir el desarrollo de la diabetes tipo 2 y otras enfermedades metabólicas. En La Rioja, aproximadamente unos 2.000 pacientes padecen diabetes de tipo 1 y prácticamente 32.000 personas sufren diabetes de tipo 2.
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