VALÈNCIA, 7 (EUROPA PRESS)
El centro tecnológico Itene investigará tecnologías basadas en sensores inalámbricos y sistemas de nariz electrónica para la detección temprana de agentes cancerígenos en entornos laborales, según ha informado en un comunicado.
Estos desarrollos permitirán cuantificar e identificar materiales particulados y compuestos gaseosos, incluyendo compuestos orgánicos volátiles como benceno, formaldehído y otros con potencial cancerígeno, con un alto grado de sensibilidad y precisión. Además, estas tecnologías permitirán acortar significativamente los tiempos de análisis, mejorando la eficiencia en la detección de riesgos.
Con el proyecto ‘Respira’, financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) a través del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace+i), Itene busca dar respuesta a la necesidad de mejorar los sistemas de detección existentes, que presentan “limitaciones técnicas y tiempos de análisis prolongados”.
El responsable del proyecto ‘Respira’, Carlos Fito, ha destacado que “este desarrollo permitirá a las empresas implementar medidas más eficaces para la detección temprana de riesgos químicos, reduciendo significativamente los tiempos de respuesta y facilitando la toma de decisiones informadas”.
AVANCES TECNOLÓGICOS PARA LA SEGURIDAD LABORAL
En particular, el proyecto ‘Respira’ contempla la optimización de equipos avanzados para la detección y caracterización de material particulado, radón, y gases específicos mediante tecnologías ópticas innovadoras.
Estos sistemas permitirán analizar, con “alta precisión”, las fracciones ultrafina y respirable del material particulado presente en ambientes laborales, utilizando métodos de análisis de huella óptica. Estas tecnologías estarán complementadas por algoritmos de aprendizaje automático, los cuales facilitarán la clasificación y cuantificación precisa de partículas en tiempo real, mejorando así la capacidad de respuesta frente a posibles riesgos.
Además, se desarrollarán sistemas multianalito que integrarán sensores de última generación para la monitorización de gas radón, y la detección simultánea de compuestos orgánicos volátiles (COVs) y otros gases específicos. Estos sensores serán diseñados para cuantificar tanto la concentración total de COVs como identificar de manera selectiva ciertos compuestos críticos presentes en ambientes específicos.
Para ello, se emplearán tecnologías versátiles que permitirán personalizar los gases a monitorear según las necesidades del sector industrial en cuestión.
En sectores críticos como el hospitalario y las plantas de tratamiento de aguas residuales, el sistema incluirá un prototipo de “nariz electrónica” con soluciones especializadas para identificar volátiles relevantes, como aquellos derivados de procesos de desinfección o depuración. Esto implicará el desarrollo de nodos sensores avanzados que combinarán detección electroquímica con algoritmos de aprendizaje automático, optimizando así la sensibilidad y selectividad de las mediciones.
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