Asegura que todavía hay más de 5.000 alumnos que no se han incorporado a sus centros escolares de oriegen después de la riada
VALÈNCIA, 5 (EUROPA PRESS)
El Sindicat de Treballadors i Treballadores de l’Ensenyament del País Valencià (STEPV) ha denunciado el “apagón informativo” de la Conselleria de Educación sobre el estado de los centros afectados por la dana y ha criticado el “abandono absoluto” a la comunidad educativa, que se siente “frustrada” y “desamparada”.
Así lo han expuesto representantes del sindicato en una rueda de prensa donde han presentado a los medios el informe que han realizado durante el mes de enero y que recoge los datos sobre la situación en la que se encuentran los centros que resultaron afectados por la riada del pasado 29 de octubre.
El informe lo han presentado el coordinador de Salud Laboral de STEPV, Joan Miquel Tomàs; el delegado del Comité de Seguridad y Salud Laboral de València, Francesc Cerdà, y las permanentes de STEPV en l’Horta Sud, Imma Rosell y Sílvia Moreno, quienes han censurado que, cien días después de lo sucedido, “más de 5.000 alumnos todavía no han podido regresar a sus clases” al no haberse podido reincorar a sus centros de origen.
En este sentido, han indicado que hay al menos siete centros que se encuentran en una situación “delicada”, debido a las deficiencias en sus infraestructuras, como es el caso del Centre de Formació per a Persones Adultes Clara Campoamor de Aldaia, cuyo alumnado “no ha sido reubicado aún al IES Salvador Gadea” y lleva “meses sin poder dar clase”.
De este modo, el coordinador de Salud Laboral de STEPV ha censurado el estado en el que se encuentran “muchos” de los centros que, mientras unos “no volverán a abrir”, otros viven “un proceso lento y muy difícil de reconstrucción, sin garantías ni términos claros”.
Precisamente, ha incidido en que hay centros en funcionamiento con problemas en servicios básicos como “los lavabos, la calefacción, el acceso a internet, los almacenes, los ascensores o espacios para llevar a cabo determinadas asignaturas como educación física, música, talleres de formación profesional, etc”.
“LA ADMINISTRACIÓN ESTÁ FALLANDO”
Tomàs ha denunciado el “apagón informativo” por parte de la conselleria de Educación a la cual, según ha indicado, se le ha solicitado información a través de la Dirección Territorial de Valencia por parte de la Junta de Personal Docente y “la presión de esta ha forzado que se haga una reunión el próximo 18 de febrero con el secretario autonómico de Educación”, Daniel McEvoy.
Y, en este punto, se ha preguntado “por qué hay que presionar para que den una información que debería ser pública cuando durante la covid se hizo un foro informativo en el que se consiguió tener una información más o menos al día de lo que se estaba pasando”.
“Con esta conselleria y con este gobierno todavía no se ha planteado hacer una Mesa para hablar del tema”, ha criticado al tiempo que ha asegurado que la administración “está fallando a los trabajadores, al alumnado y a las familias”.
Así, Joan Miquel Tomàs ha remarcado que las respuestas por parte de Educación llegan “muy tarde, con cuentagotas o nunca mientras que la realidad de los centros educativos es crítica”. “La situación exige medidas inmediatas y una comunicación transparente”, ha aseverado.
“Yo creo que el conseller (José Antonio) Rovira se fue el día de la dana y no ha vuelto. Ha dejado a toda la comunidad educativa, a todos sus padres, madres y afectados sin respuesta y en una situación que a horas de ahora, casi 100 días después, es vergonzosa”, ha sostenido.
Por su parte, el delegado del Comité de Seguridad y Salud Laboral de València ha puesto en relieve la “frustración”, la “decepción” y el “desamparo” que sienten el personal educativo ante esta situación ya que el ritmo de los trabajos de recuperación es “muy lento” porque “se tienen que hacer muchas cosas” y existe “una contradicción entre lo que se tiene hacer y el número de operarios que hay en los centros”.
FALTA DE “COORDINACIÓN” Y “ORGANIZACIÓN”
En esta línea, ha censurado la falta de “coordinación” y “organización” que sufren los centros donde, “en muchas ocasiones, no se sabe quién es el jefe de obra que está haciendo las tareas o hay problemas para contactar a las empresas que están subcontratadas”.
“Al final tampoco hay un flujo de trabajo claro de qué se tiene que hacer y cuáles son las prioridades”, ha expuesto Cerdà quien ha indicado que entre el profesorado hay “muchas dudas de que se acaben las obras este curso”.
Asimismo, ha resaltado el peligro que supone para el alumnado la existencia de “determinadas protecciones metálicas” y “andenes” sobre la superficie y ha criticado la dificultad de muchos centros para poder contactar con el Servicio de Equipamiento por a la falta de infraestructuras en las aulas.
En este sentido, Francesc Cerdà ha destacado también la falta de “coordinación” con los inspectores escolares ya que, debido al concurso que se llevó a cabo en diciembre, muchos centros todavía no saben a quién dirigirse para comunicar los problemas que están sufriendo.
“Lo normal hubiera sido que se hubiera prorrogado la inspección educativa unos meses más, o que se hubiera informado un mínimo del cambio a las direcciones del centro y a los directores, para decirles quién era su inspector”, ha sostenido y ha añadido: “Es todo una espiral de frustración, una espiral de caos que al final quien lo paga es la comunidad educativa, son nuestros equipos directivos, nuestro profesorado, nuestro alumnado y las familias”.
PROBLEMAS EN LAS INSTALACIONES
Finalmente, las permanentes de STEPV en l’Horta Sud, han relatado algunos de los problemas que están atravesando algunos de los centros cuyos alumnos están desplazados en otros colegios de la provincia de Valencia, como la escuela L’Horta de Paiporta cuyo alumnado de Primaria está ubicado en una escuela y el de Infantil en otra diferente, causando a las familias “grandes problemas de conciliación”.
Igualmente, han mencionado las dificultades existentes en las instalaciones del CEIP Lluís Vives, también en Paiporta, donde el comedor no está todavía operativo porque no cuenta ni con electrodomésticos ni con mobiliario.
En el caso del CEIP Vil·la Romana de Catarroja, el alumnado está teniendo que comer con cubiertos de un solo uso porque la instalación del lavaplatos todavía no se ha hecho porque “lo tiene que hacer un instalador de Córdoba”. Además, los escolares del centro tienen que subir la comida con la bandeja a pie hasta el primer piso ya que el bajo sigue “inutilizable” y el ascensor “no funciona”.
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