MADRID, 05 (SERVIMEDIA)
El exvicepresidente de Castilla y León y hasta ahora líder Vox en esta comunidad, Juan García-Gallardo, acusó este miércoles a la dirección nacional de haber provocado su “salida”, especialmente al secretario general, Ignacio Garriga, aunque reconoció que las “discrepancias” vienen “de mucho más lejos”.
Así lo indicó García-Gallardo en una entrevista en COPE recogida por Servimedia, después de anunciar el lunes que abandonaba los cargos institucionales, su pertenencia al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Vox y los cargos que tenía en las Cortes de Castilla y León, pero se mantenía como afiliado “raso” del partido.
Esta decisión tuvo lugar días después de que el partido expulsara a dos procuradores de Vox en Castilla y León por tratar de, según esta formación, “socavar” este proyecto. En este sentido, García-Gallardo aseguró que no comparte las iniciativas promovidas por estas dos personas, pero que las respeta.
De hecho, se opuso a firmar el documento de expulsión de estos los dos procuradores. En este sentido, comentó que las informaciones que apuntan a una “indicación agresiva” de Garriga de que “o firmaba de manera acelerada o yo estaba fuera”, en “lo esencial” son “ciertas”, aunque con “algunas omisiones”.
“Yo entiendo que Garriga está acostumbrado a tratar de esa manera a otras personas, pero eso es porque no me conoce a mí y yo nunca actúo bajo chantaje”, dijo, añadiendo que tras “estas discrepancias graves” que tuvo con la dirección nacional “no tenía sentido” seguir con el acta y que “quienes han actuado mal son quienes han provocado” su “salida”.
“A mí con que no me hubieran tocado las narices más de la cuenta me hubiera bastado”, subrayó, y denunció que tiene constancia de que se está haciendo una “guerra sucia” para tratar de desprestigiarle. “No voy a permitir que se me ataque o se me intente dejar como un traidor”, arguyó.
“DISCREPANCIAS”
Sin embargo, aseguró que esto “solo ha sido la guinda del pastel, la gota que colmó el vaso” y sus “discrepancias vienen de mucho más lejos”. Explicó que las “discrepancias” que tenía con la dirección nacional del partido “son estructurales”, se tratan de “cuestiones organizativas, de la relación del partido con sus cargos”.
Explicó que en 2022, cuando Vox cerró el pacto político con el Partido Popular en Castilla y León para defender el derecho a la vida, algo que “después se frustró”, Vox decidió apartarle de las negociaciones directas para las cuestiones “más relevantes” del gobierno de esta comunidad, en el cual él era vicepresidente.
Aseguró que no compartió “en absoluto” esta decisión y “no entendía que no exigiéramos el cumplimiento de ese pacto”, pero en ese momento a la dirección del partido “no le importaron mucho los principios que habíamos exigido para que hubiera un pacto de presupuestos para 2023”.
A su juicio, “no tenía ningún sentido que personas que no habían sido las elegidas fueran las que tuvieran interlocución con Mañueco para las cuestiones de más alto nivel”. Todo esto, manifestó García-Gallardo durante la entrevista, “produjo un deterioro progresivo” de su relación con el entorno del presidente, Santiago Abascal.
“LEALTAD”
Además, señaló que hizo un informe en agosto de 2023 pidiendo cambios relevantes en la coordinación entre el partido a nivel nacional y quienes estábamos en los gobiernos”, pero fue “infructuoso”. Hizo otro informe en diciembre de 2024 con cuestiones adicionales y tampoco fue atendido. “Aquí la reciprocidad y la lealtad nunca han sido de ida y vuelta, sino solo ha sido de vuelta en estos casos”, criticó.
Lamentó que la dirección nacional está intentando “intoxicar” a los medios diciendo que él no estuvo de acuerdo con la salida de Vox de los gobiernos autonómicos. Animó al CEN a publicar el acta de la reunión en la que se tomó esa decisión y se vea lo que él dijo ahí. Decir que es un traidor o que se va a acabar yendo al PP “no tiene ningún sentido”.
SALIDAS DE VOX
Remarcó que su salida es “persona e independiente”, que “no está coordinada ni consensuada con nadie más”. Dicho lo cual, García-Gallardo aseguró que “algo pasa en Vox cuando no se cuida al capital humano, cuando tenemos los parlamentos divididos entre facciones, cuando hay un goteo de dimisiones”.
“Hay alguien ahí que no está haciendo bien las cosas, igual no tiene la preparación para el cargo que tiene, igual el sistema no funciona”, espetó, por lo que animó a la dirección del partido a que analice por qué sus socios internacionales están teniendo “éxito electoral” y “aquí parece que nos damos con un canto en los dientes con sacar un 15%”.
Según García-Gallardo, Vox “debería tener una gran ambición, no debería conformarse con ser el partido refugio del PP”. “Hay que seguir el camino de Meloni, ser el partido hegemónico de la derecha española, pero eso no lo vamos a conseguir si se hacen zancadillas, y si se hacen faenas y si se crea un clima irrespirable para los dirigentes que integran Vox”, afirmó.
Preguntado sobre por qué no salió antes de Vox y lo hace ahora que está subiendo en las encuestas electorales, aclaró que si las encuestas estuvieran bajas “también sería un mal momento”. “Salir de un proyecto político es como dejarlo con una novia, no hay buen momento para dejarlo con una novia, siempre hay algún daño colateral”, concluyó.
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