Inicio Catalunya / Cataluña Barcelona Caroline de Mulder explora las maternidades nazis en su novela “Los niños...

Caroline de Mulder explora las maternidades nazis en su novela “Los niños de Himmler”

0

“Creo que no hemos sanado” de la Segunda Guerra Mundial, dice

BARCELONA, 4 (EUROPA PRESS)

La escritora belga Caroline de Mulder se adentra en la novela ‘Los niños de Himmler’ (en castellano por Tusquets y en catalán por Edicions 62) en las casas de maternidad nazis –los Heim– para aproximarse a ese periodo desde el punto de vista de la mujer y su papel dentro del engranaje de la dictadura.

En una entrevista de Europa Press, De Mulder ha explicado que quería escribir una novela sobre la Segunda Guerra Mundial desde un punto de vista distinto, el de las mujeres, y se dio cuenta que este tema no había sido “muy abordado” y que en la perspectiva femenina se ha profundizado mucho menos, limitándose a la mujer verdugo o a las esposas de los dirigentes.

En la novela, a través de tres personajes –una enfermera de la maternidad, una joven francesa embarazada de un SS y un prisionero de guerra– explora el ‘Lebensborn’, una iniciativa liderada por el jerarca nazi Heinrich Himmler que tenía como misión “producir la cantidad máxima de arios perfectos”.

Leer más:  Òmnium propone un plan de actuación para "contrarrestar discursos de odio" a través del asociacionismo educativo

Preguntada por qué cree que sigue siendo tan atrayente para la ficción los temas relacionados con la Segunda Guerra Mundial, ha asegurado: “Creo que no hemos sanado de esta guerra. Occidente no se ha curado. Y volvemos siempre a esta guerra”.

Ha negado que exista “un lado casi ‘voyeur” a la hora de ficcionar este periodo, ha asegurado que la sociedad sigue cuestionándose y sin comprender cómo fue posible, y ha considerado necesario poner el foco en todo momento para recordar y más ahora que los últimos testigos están muriendo.

LEBENSBORN

‘Los niños de Himmler’, que se pública este miércoles, se sitúa en el Heim Hochland, en Baviera (Alemania), fundado en 1936 y que fue el último funcional, y De Mulder (Gante, 1976) ha explicado que los tres protagonistas son ficticios, que se rodean de otros reales como el propio Himmler o el director médico de ‘Lebensborn’, Gregor Ebner, que fue condenado en los juicios de Nüremberg.

Ha afirmado que para crear a los protagonistas se ha documentado sobre las rutinas de las enfermeras nazis y cómo estudiaban, sobre las jóvenes que acudían, así como también sobre los prisioneros que trabajaron en las maternidades –que llegaron a ser unas 40 en toda Europa, principalmente en Alemania y Noruega–.

Leer más:  La Confederación Hidrográfica del Guadiana está licitando las obras de reparación de las pasarelas del río Gévora en La Codosera

Ha señalado que la dificultad no era integrar la ingente documentación, sobre todo la existente en los Archivos Arolsen, sino como conseguir “entrar en la ficción de una manera que sea tan potente como la realidad que se describe” en ella.

Para De Mulder, esa es la principal diferente a la hora de abordar este periodo desde el ensayo y la novela, ya que si en el primero el historiador explica desde fuera, con perspectiva y con cierta distancia, el novelista se mete en la historia con los personajes, con las palabras e “intenta llevar de la mano al lector”.

De Mulder ha recordado que en ese periodo había nacimientos en estas maternidades, pero que también se aplicó la eugenesia en otros centros y hubo robos y secuestros de miles de niños “racialmente válidos” para los nazis en los territorios que ocupaba.

EL MAL ABSOLUTO

Ha asegurado que a ella le choca que una forma de mal absoluto como es nazismo “solo fue posible gracias a personas corrientes” y otras que, pese a tener una creencia de actuar bien, se limitan a seguir directrices que les imponen como la enfermera de la novela, que cree que está salvando niños pero participa en un engranaje monstruoso.

Leer más:  Tardà y miembros de ERC se unen para apoyar la proclamación de la "república catalana"

De Mulder ha explicado que la cuestión de estas maternidades fue “incómoda” tras la Segunda Guerra Mundial y se habla poco, y ha explicado que niños nacidos en ellas que fueron distribuidos por diferentes países se les cambió el nombre y ocultó su origen y en otros casos en los que habían sido secuestrados no pudieron encontrar a los padres porque los nazis quemaron toda la documentación ante el avance aliado.


- Te recomendamos -