MADRID, 04 (SERVIMEDIA)
El entrenador de la selección masculina de fútbol, Luis de la Fuente, declaró este martes en la segunda jornada del juicio que se celebra en la Audiencia Nacional contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales y tres exaltos cargos de la institución por el beso no consentido a Jenni Hermoso en la final del Mundial Femenino 2023. Tras escuchar su testimonio, la Fiscalía le acuso de “falso testimonio” al verse contradicha su versión por la de varios de los testigos y no descarta pedir su imputación cuando finalicen las testificales.
De la Fuente viajó con la expedición española al Mundial de fútbol que gano la selección en Australia. En respuesta a la Fiscalía, el técnico aseguró que no tenía relación con Hermoso y que la primera vez que habló con la jugadora “fue en la gala del Balón de oro hace dos meses”.
Insistió en varias ocasiones en que él sólo hablaba con Rubiales de fútbol y negó haberse enterado de la controversia sobre el beso en el vuelo de vuelta a España en el que, según dijo, se dedicó a dormir y a ver películas porque estaba muy cansado.
La declaración fue tensa cuando era la fiscal la que interrogaba. Afirmó que no estaba en la reunión de crisis que se celebró en Madrid a la vuelta de la selección, pese a que ya han sido varios los testigos que han ratificado su asistencia.
En un momento de la declaración de De la Fuente, el juez que preside el juicio, José Manuel Fernández Prieto, interrumpió para recordar que los testigos en un juicio están obligados a decir la verdad y no le corresponde ni a él ni al fiscal decir si miente. De hecho, animó a las partes a imputarle falso testimonio, en caso de que crean que está mintiendo.
A partir de ahí, el seleccionador explicó que acudió a la reunión para “hablar de fútbol” y que estuvo en un despacho al lado de aquel en el que se estaba celebrando la reunión. Aseguró que no coincidió con Patricia Pérez y que solo tuvo encuentros con Rubiales “cuando él me podía atender” para hablar de la siguiente convocatoria de la selección, que iba a ser 10 días después.
ENRIQUE YUNTA
El actual responsable de comunicación deportiva de la Federación, Enrique Yunta, explicó que en el momento de producirse los hechos era subdirector de comunicación y que no estuvo en el Mundial de Australia. Él fue quien llamó a Patricia Pérez, jefa de prensa de la selección femenina, para que acudiera a una reunión en la Federación cuya “finalidad exacta” dijo no conocer.
A preguntas de la Fiscalía, reconoció que envió a Pérez un borrador con preguntas y respuestas ya escritas que le envió el director de Integridad, Miguel García Caba. “Fui un mero transmisor”, aseguró, antes de explicar que le advirtió de que se las enviaba, que ella mostró “disconformidad” con algunas de las contestaciones y que “las editó”.
Yunta reconoció que ese día “todo eran prisas” porque la Federación “quería ir rápido” y elaborar cuanto antes un informe sobre lo sucedido en la celebración de la victoria del Mundial. El entonces ‘número dos’ de comunicación en la RFEF estuvo en la reunión que se celebró en el despacho del presidente.
El testigo relató que se abrió un “proceso de integridad, pero no sé cuál era el objetivo. Estaban en la sala el presidente Luis Rubiales, Patricia Pérez, Chema Timón, García Cuervo entraba y salía, el padre de Luis Rubiales, un amigo suyo… Luis de la Fuente también estuvo ese día”.
Aseguró que se le convocó para gestionar una crisis reputacional a nivel institucional. Explicó que Patricia Pérez estuvo presente durante la lectura de sus propias respuestas y pudo cambiarlas. Yunta no pudo acreditar ante el tribunal si su contenido respondía a la realidad. Él fue el encargado de leer las respuestas de la jefa de prensa que en ocasiones fueron “interpeladas” por Rubiales a lo que ella respondió a veces que ciertas cosas no fueron así porque ella se encontraba en otro punto del estadio.
Reconoció también que esa reunión fue “atípica”, con gente que entraba y salía y de cuya actividad no pudo dar detalles. Yunta relató que “ella cambió lo que consideró” y no pudo confirmar que en la reunión le pidieran hablar con Hermoso, aunque sí había oído antes que se lo iba a pedir. El ‘número dos’ de comunicación concluyó que probablemente Pérez vivió una “situación de tensión y de presión”.
GARCÍA CUERVO
Por su parte, Pablo García Cuervo, antiguo responsable de comunicación deportiva de la RFEF, explicó que Patricia Pérez era su subordinada y que en los días posteriores al beso indicó a Rubiales que contemplara la posibilidad de dimitir.
En el relato de lo sucedido después del beso, García Cuervo explicó que Rubiales le dijo que “podría ser bueno sacar un comunicado” en el que Jennifer Hermoso asumiera que “todo es anecdótico y que no debería ir a más. Yo le digo que me parece buena idea, siempre y cuando ella esté de acuerdo. A partir de ahí yo me pongo en contacto con Patricia. Fue una sugerencia, no una orden”. El testigo reconoció que se negó a hablar con Hermoso sobre ese vídeo: “Yo dije, conmigo no contéis. Las indicaciones no sé si fueron del presidente o del gabinete de presidencia”.
García Cuervo aseguró en su declaración que el comunicado de la RFEF “duró pocas horas en la Federación” porque “hacía mucho daño” a la Federación y, además, “en ese momento, FIFA ya había inhabilitado al presidente”. Explicó también que el comunicado se redactó con la supervisión de Rubiales.
El testigo explicó que interpretó ese “haced lo que queráis” de Hermoso como un “sí” a la publicación del comunicado y por esto “se mandó”, aunque reconoció que la futbolista pronunció esas palabras “con desgana” y advirtiendo que no quería saber nada más del tema. Sobre la grabación de un vídeo, García Cuervo se opuso con el argumento de que no se fiaba de la deportista porque “es una persona bastante influenciable”.
Sobre la reunión de crisis en la Federación dijo que vio a Patricia Pérez “un poco preocupada e incómoda” y aseguró también que no considera a Hermoso responsable de su despido. “No tengo ninguna animadversión hacia la señora Hermoso”.
También declaró este martes Miguel García Caba, quien aseguró que “Jorge Vilda no intervino en la elaboración del informe” que se publicó el 25 de agosto, como tampoco lo hizo Luis Rubiales.
Insistió en que él no envió las preguntas y las respuestas a Patricia Pérez y dijo no conocer si ese texto se lo hicieron llegar desde la Federación. Repitió que su labor era “esclarecer los hechos” y que el “objeto del informe es el esclarecimiento de dos conductas. El gesto del palco (de Rubiales) y el beso no consentido”.
Para elaborar ese informe “participan la jefa de prensa, ‘team manager’, el fisio, el señor Rubiales, la señora Hermoso… Pero no tuve la declaración de ella. Ella me dijo que no, que lo hablara con sus agentes. Si llego a tener el testimonio de la señora Hermoso el informe sería distinto. Respeto su derecho a no declarar”, explicó.
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