MADRID, 04 (SERVIMEDIA)
Los vecinos del edificio de la calle Tribulete 7, en el barrio de Lavapiés de Madrid, siguen luchando para permanecer en sus casas, después de que una empresa comprara el inmueble para “vaciarlo” y hacer reformas “sin intención de renovar los contratos” a vecinos que llevan en algunos casos más de 40 años viviendo allí y que como explica Antonia, residente del lugar, han “construido” sus “vidas” en ese barrio.
Así lo expresaron la portavoz municipal de Más Madrid, Rita Maestre, y Antonia, residente del edificio, en representación de los vecinos en declaraciones este martes. Antonia lamentó que la empresa que compró el edificio les trasladó que “lo que quiere es vaciar el edificio de vecinos” sin “intención de renovar los contratos”, que es lo que quieren los vecinos.
“Los vecinos queremos quedarnos en nuestras casas, quedarnos en nuestros hogares”, dijo. Detalló que no se les está dando “ninguna alternativa” a pesar de la antigüedad de algunos de los contratos y que la empresa lo máximo que “ha ofrecido es no pagar el alquiler 4 meses y a lo mejor ayudar con la mudanza”, lamentó.
Relató también su “sorpresa” ante esta situación, similar a la ocurrida por ejemplo en el edificio del Eixample en Barcelona la pasada semana. “Estás tranquilamente en tu casa viviendo, haciendo tu vida, regando tus plantitas y de pronto te dicen ‘esta no va a ser más tu casa'”.
Explicó que el mercado “ha subido muchísimo” y que los vecinos de este edificio no son “gente de paso”, sino que han “construido” su vida en este barrio. “Hemos construido nuestras vidas en nuestro barrio, tenemos a nuestros amigos, nuestros vecinos, nuestros trabajos y nos quieren llevar a un futuro incierto”.
Lanzó además una advertencia a quienes vivan en edificios en los que todas las personas sean inquilinos y cuya infraestructura necesite reformas, como sucede en el número 7 de Tribulete. “Que estén muy al loro y que se vayan asociando con sus vecinos”.
COMPRA DEL EDIFICIO
Rita Maestre volvió a pedir, como hace un año, al Ayuntamiento que compre el inmueble para que los vecinos puedan permanecer allí. Denunció que el edificio “vive bajo la presión y la amenaza de un fondo buitre que tiene un único objetivo que es hacer negocio” y “expulsar a los vecinos”.
Criticó que los gobiernos municipales y regionales “han puesto la alfombra roja a la especulación” y que defienden que “la vivienda no es un derecho, sino un negocio y que solo debe regirse por las leyes del mercado”.
Añadió que en este caso particular “hay gente cercana al Partido Popular que se está enriqueciendo” porque “este edificio ha sido comprado por un fondo buitre llamado Elix del que participa uno de los primos de Esperanza Aguirre”, “una persona cercana al poder, cercana a quien hace las leyes en esta ciudad”.
Explicó además que la compra de edificios para casos como este, es algo que se ha hecho también en Barcelona y que en este caso “hubiera impedido” que “los vecinos estuvieran sufriendo las obras que el fondo está poniendo en marcha para intentar expulsarlos de sus casas”.
Finalmente pidió la aplicación de la Ley de vivienda para que “los especuladores no sintieran que aquí pueden hacer todo el negocio que quieran”. “Si quien compra este edificio no pensara que puede subir la rentabilidad en un 200%, no tendría tanto interés en comprar este edificio”, apuntaló.
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