En un informe recoge que una de las problemáticas derivadas de ello es la inseguridad jurídica
BARCELONA, 4 (EUROPA PRESS)
Cáritas Diocesana de Barcelona y el Observatorio de la Vivienda Digna de Esade han concluido que vivir en habitaciones ha pasado de ser “una alternativa transitoria a una solución permanente”.
Es una de las conclusiones del informe ‘Exclusión compartida, vivir en una habitación en un contexto de exclusión residencial y social’, elaborado por ambas entidades a partir de 62 entrevistas y 4 grupos de discusión, informa la entidad en un comunicado de este martes.
Los autores han constatado que las dificultades para acceder y mantener una vivienda “digna” provocan que vivir en una habitación de un piso compartido se convierta en la única alternativa para un número elevado de personas en situación de exclusión social.
Según recoge el informe, algunas de las problemáticas derivadas son la inseguridad jurídica, puesto que la mayoría de personas no disponen de un contrato escrito, o la dificultad para empadronarse, ya que el titular de la vivienda o del contrato puede negar o dificultar la opción de hacerlo.
Esto conlleva, por ejemplo, no poder escolarizar a los hijos en la escuela del barrio o no tener acceso al Centro de Atención Primaria (CAP) más próximo, entre otras cuestiones.
LA IMPORTANCIA DE LA INTIMIDAD
La imposibilidad de disponer de un espacio para relajarse, reponer o reflexionar, junto a las restricciones en el uso de espacios compartidos, provocan también un estado “constante” de tensión y estrés que acaba afectando negativamente en la intimidad, calidad de vida y en la salud mental y emocional de las personas.
Las limitaciones y restricciones en el uso de la cocina, sala de estar, aseo y otros equipamientos de la casa como la lavadora o el internet condicionan negativamente el día a día de las personas, especialmente en las familias con hijos.
En este sentido, los autores del informe han alertado de los efectos que genera la exclusión residencial en los niños, ya que en estos casos viven en un entorno reducido sin estímulos, sin un espacio donde explorar, aprender, jugar o llevar a cabo las tareas de la escuela.
LA FUNCIÓN SOCIAL DE LA VIVIENDA
El director del Observatorio de la Vivienda Digna de Esade, Ignasi Martí, ha pedido situar la realidad de la exclusión residencial en el debate público y ha reclamado medidas que garanticen “el derecho humano a la vivienda adecuada”.
Por su parte, el director de Cáritas Barcelona, Eduard Sala, ha hecho un llamamiento a recuperar “la función social” de la vivienda, entendiéndola cmo un derecho y no un bien especulativo.
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