MADRID, 04 (SERVIMEDIA)
La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, denunció este martes en el Fórum Europa que Navarra se ha convertido “desde hace también tiempo en el laboratorio de pruebas del sanchismo” y auguró que EH Bildu acabará entrando en el gobierno autonómico de la socialista María Chivite, que lidera la coalición con Geroa Bai y Contigo Zurekin.
En este encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum en Madrid, la ‘número dos’ del PP presentó al presidente de su partido en Navarra, Javier García, y defendió que Navarra no debe “copiar las malas ideas de los vecinos” del País Vasco ni “enredarse en debates identitarios que lleven a la decadencia y a una peor calidad en los servicios públicos”. Gamarra defendió que la comunidad foral tiene “una naturaleza propia y una raíz histórica diferenciada” del resto de sus vecinos y no reducirse, por tanto, a ser “un apéndice de comunidades limítrofes”.
No obstante, lamentó que esta es la línea política que ha aplicado Chivite. Y avisó de que “el primer palacete que regaló Sánchez al independentismo” no fue el de París al PNV, sino el Ayuntamiento de Pamplona a Bildu. “Porque Navarra es desde hace también tiempo el laboratorio de pruebas del sanchismo”. “No tardaremos mucho en ver también a Bildu sentado en el Consejo de Gobierno del Gobierno Navarro”, advirtió.
En este contexto, afeó al PSOE sus “pactos inmorales” con el líder de los ‘abertzales’, Arnaldo Otegi, “para impedir gobiernos de centro derecha”, “una aberración que rompió con 30 años de entendimiento entre el centro derecha y los socialistas en Navarra para garantizar siempre gobiernos constitucionalistas”. “Esta es una de las muchas cosas que el sanchismo ha destrozado y que eran buenas para Navarra y, por tanto, para el conjunto de España. Navarra es para Sánchez una de las monedas de cambio con la que paga a Bildu su apoyo en el Congreso de los Diputados”, apostilló.
Y, ante “esta alianza estratégica lamentable”, aupó a Javier García como líder del PP de Navarra para “levantar la voz”, y defendió que va en la “buena dirección” en “la misión más difícil”, que es conseguir “el cambio” en Navarra en las próximas elecciones para que Navarra deje de ser, entre otras cosas, “un infierno fiscal” y “el futuro de la industria del motor” esté “garantizada”.
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