Ha comenzado a desnudarse durante el juicio mientras profería gritos y la presidenta le ha expulsado de la sala
MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
El hombre de nacionalidad marroquí, Riba B., al que la Audiencia Nacional juzga por realizar múltiples pintadas de la bandera de Estado Islámico (DAESH) en varias de las cárceles en las que ha cumplido condena, ha señalado este lunes ante el tribunal que si bien él realizó pintadas, éstas no eran de esa bandera en concreto, argumentando que la de la organización terrorista tiene fondo negro y las paredes sobre las que él escribió eran blancas.
A preguntas del fiscal del caso, y antes de que la presidenta del tribunal, Teresa Palacios, decidiera expulsarle de la sala porque ha comenzado a desnudarse mientras profería gritos, Riba B. ha explicado que todas las pintadas que hizo fueron “para llamar la atención” porque, aunque no está “loco”, sí que le “pasa algo”.
“Llevo solo 10 años y eso no ayuda, condeno cualquier acto violento, a los terroristas, y mi intención siempre ha sido hacer las pintadas para trasladar que no estoy bien porque estoy agonizando pero sigo en pie”, ha llegado a decir.
En este sentido, Riba B. ha incidido en que si bien ha realizado pintadas, éstas no han sido para representar “ninguna bandera”, máxime cuando, ha aseverado, no sabía ni siquiera lo que era DAESH cuando las realizó. “Pero me dicen que la bandera es negra, y la pared es blanca”, ha añadido.
Tras esto, ha reconocido haber realizado otras pintadas en otros centros penitenciarios para alertar de que estaba solo, y ha llegado a denunciar que incluso le han partido la muñeca y el hombro y le han violado en la cárcel.
SE RADICALIZA “DE MANERA SANA”
“Ojalá me dé Dios la capacidad de perdonar, ahora me refugio en mis rezos. ¿Me estoy radicalizando? Sí, pero de manera sana”, ha añadido.
Cabe recordar que el Ministerio Fiscal interesa para él una pena de seis años de prisión por los delitos de enaltecimiento terrorista y amenazas no condicionales. En el escrito de acusación, recogido por Europa Press, se matizaba que el acusado ha sido diagnosticado de trastorno disocial de la personalidad, pero que esto no afecta a sus capacidades cognitivas y volitivas.
El fiscal detallaba que, además de esas pintadas –una de las banderas fue realizada en el patio de la cárcel de Palencia y era de dos metros–, el hombre también usó las paredes de su celda para escribir frases como ‘Sonríe siempre soldado’, ‘Resistir hasta no existir’ o ‘Allahu akbar’. Estos lemas han sido confirmados por el acusado, que sigue interno en una cárcel de Madrid.
Sobre las supuestas amenazas que habría proferido contra funcionarios de prisiones, el acusado ha negado todas –“es mentira y es cruel”–. Sin embargo, el escrito del fiscal, ratificado este lunes por funcionarios de prisiones, recoge que en un registro de su celda amenazó a un funcionario al que le dijo: “Te vas a enterar porque la bandera del Estado Islámico pronto estará extendida por todo el mundo y moriréis como infieles”.
También ha reconocido haber tenido trato por carta en el centro penitenciario de Puerto III con un líder yihadista con el que coincidió en otra prisión. El acusado ha negado que en esa misiva le prometiera lealtad, tal y como sostiene el fiscal.
OPERACIÓN ESCRIBANO
Tras su declaración, ha arrancado el interrogatorio de los agentes que realizaron la investigación, y el primero ha explicado que el acusado acumula condenas anteriores, una de ellas por la denominada Operación Escribano por la que otros fueron condenados “por hacer este tipo de tareas de yihad penitenciaria, de reclutar a gente en prisión y mantener esa tensión contra el Estado”.
Según ha explicado, dado que el marco de las prisiones es “muy restringido y muy securizado”, “la principal actividad es o bien realizar las pintadas de la bandera, o bien reclutar a otras personas mediante cánticos, mediante la manipulación, la radicalización verbal”, algo que, ha añadido, “deja muy poca prueba”.
En este caso concreto, ha comentado que se analizaron cámaras de zonas comunes, se hizo una inspección técnico-ocular para una prueba caligráfica y se realizaron testificales.
Ha aseverado que las cámaras demostraron que el acusado hizo las pintadas porque fue reconocido por funcionarios de prisiones, y que varios internos también le reconocieron como autor de las mismas. A esto ha sumado que las pruebas caligráficas demostraron que eran suyas.
EXPULSADO DE LA SALA
Justo cuando el agente relataba sus pesquisas al tribunal, el acusado ha empezado levantar la voz y la presidenta le ha rogado encarecidamente que no se quitara la ropa. Dado que Riba B. no ha atendido esta petición y seguía desnudándose, la magistrada ha optado por expulsarle de la sala y continuar el juicio sin la presencia del encausado.
“Se queda usted sin ver su juicio. Regresará mañana a la última palabra. Haga el favor de dejarse llevar”, ha señalado, si bien más tarde ha apuntado a la posibilidad de que esa última palabra se haga por videoconferencia.
Tras esto, uno de los agentes ha explicado que las pintadas de la bandera de DAESH eran “la expresión mínima que se puede hacer” de la misma y ha resaltado que determinaron que era ese emblema por la “conjugación de unos elementos religiosos dispuestos de una manera muy determinante que es la que utiliza Estado Islámico”.
El juicio continuará este martes en la sede de la Audiencia Nacional ubicada en San Fernando de Henares.
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